Las remesas familiares recibidas en el octavo mes del año alcanzaron el monto de 101,7 millones de dólares, cifra mayor en 4,4% a la registrada en julio pasado (97,4 millones).

El flujo de remesas en los dos primeros meses del año superaba los cien millones de dólares: 105,8 millones en enero y 101,4 millones en febrero. A partir de marzo ese volumen disminuyó drásticamente hasta alcanzar su nivel más bajo en abril con apenas 31 millones de dólares.

A partir de entonces las remesas fueron paulatinamente en ascenso en la medida en que las principales economías del mundo reactivaban parcialmente sus actividades económicas paralizadas por rígidas cuarentenas dictadas para frenar los contagios de coronavirus.

Muchos migrantes enviaron parte de las transferencias que recibieron en los países donde residen. Sin embargo, el monto acumulado hasta mayo de 656 millones de dólares es menor en 227 millones de dólares al registrado en los ocho meses de la gestión 2019 cuando alcanzó a 883 millones de dólares.

El 41% de las remesas que llegan a Bolivia se origina en España, el 21,4% en Estados Unidos, el 12,2% en Chile, el 5,1% en Brasil y el 4,7% en Argentina.

Es notorio el bajón que registran las remesas provenientes de Argentina. En 2017 representaban el 14,4% del flujo que se origina en el vecino país, mientras que a fecha está por debajo del 5%. Los problemas económicos que enfrenta Argentina y la crisis sanitaria generada por el Covid-19 influyeron en ese comportamiento.

Las remesas llegan principalmente a los departamentos de Santa Cruz 45,0%, Cochabamba 30,2% y La Paz 11,2%.

Remesas se siguen recuperando

El volumen de remesas que recibió el país en agosto, casi ha equiparado los valores de inicio de año, según el último reporte del Banco Central, mostrando una prometedora recuperación relacionada con la flexibilización en las economía de los países donde se originan tales envíos.