''Los precios internacionales ya no cubren los costos de producción'', afirmó Héctor Córdoba, experto en minería de la Fundación Jubileo, al precisar que por esa causa, algunas empresas ya habían comenzado a despedir a sus trabajadores, antes de la cuarentena, por lo que la pandemia no hizo otra cosa que profundizar la crisis.

El especialista comenta que “vender minerales a un precio tan bajo es fuertemente dañino para la economía nacional, empresarial y cooperativa. En algunos casos, el precio de venta no alcanza para cubrir el costo de operación, ni siquiera el de comercialización. Por eso, es mejor paralizar las operaciones hasta que se produzca un repunte en las cotizaciones”.

Si bien las empresas grandes pueden encarar esta medida por un tiempo no muy prolongado, las cooperativas no están en las mismas condiciones y su situación es más crítica porque, en gran parte, viven de lo que venden al día. “Aquellas que acumulan mineral para conformar lotes de venta, tienen un margen algo mayor, pero tampoco muy significativo”, agregó.

Córdoba mencionó que pese a que la producción mundial de metales no se frenó, el desequilibrio entre oferta y demanda provocó pérdidas en la minería. Frente a la recuperación de China, su producción y consumo será hasta que agote stocks, y los precios seguirán bajos. “Lo lamentable es que las operaciones mineras intentarán recuperar el tiempo perdido lo que podría prolongar la duración de los precios bajos internacionales y la caída económica continuará en el sector.

Los impactos en las regiones mineras son distintos. Potosí, el departamento que más regalías recibe – alrededor de 100 millones de dólares anuales desde la recuperación de los precios- será el más perjudicado, pues sus ingresos disminuirán en al menos 30 millones por año.

En La Paz, principal productor de oro, las pérdidas no serán tan graves porque el precio del metal precioso continúa en ascenso y gradualmente se acerca a los niveles récord del 2011. En los otros departamentos, el aporte de las regalías es pequeño, por ejemplo, Oruro ha recibido un promedio de 14 millones en los últimos años, de modo que el impacto en su presupuesto no será tan grave como en Potosí.

El Estado, por su parte, recibe un monto muy variable por impuestos; en los últimos años, éste fue superior a los doscientos millones de dólares. “Esto va a disminuir apreciablemente en este año, afectando a la capacidad de inversión pública”, mencionó.

Cuando el precio del zinc comenzó a caer desde hace un año, muchas operaciones entraron en zona roja y, particularmente, las cooperativas anunciaron la quiebra de sus actividades a fines del año pasado.

''El precio de este metal también está en caída desde hace un año y la pequeña recuperación de estas dos últimas semanas es esperanzadora; pero no parece ser sostenible'', dice el especialista de Jubileo. Las empresas no tienen muchas opciones para bajar sus costos operativos, por lo que el trabajador será la primera víctima.

Córdoba, subrayó que la única forma de evitar despidos y pérdidas n el sector minero es pasando del primer eslabón de la cadena de valor del sector a la semi industrialización y la industrialización utilizando nuestros materia prima para promover la fabricación de insumos y equipos dentro del país para no transferir nuestra riqueza al extranjero.

MINERÍA BOLIVIANA AL LÍMITE