Al octavo mes del año, la cartera crediticia alcanza un total de 27.302 millones de dólares, registrando un incremento del 0,3% respecto a julio y de 1,9% en relación a diciembre pasado.

Por su parte, los ahorros suman 27.614 millones de dólares, mostrando un crecimiento de 0,8% respecto al mes de julio y de 5,6% en relación a diciembre pasado.

Debido a una mayor expansión de los depósitos, la diferencia entre ambos indicadores se elevó ligeramente, lo que significa mayores disponibilidades para nuevas operaciones crediticias.

La mora del sistema financiero continúa en niveles manejables. El índice de morosidad disminuyó a 1,9% desde el 2% registrado en julio. Los diferimientos de pagos de créditos han “congelado” este indicador, por lo menos hasta enero del próximo año cuando se restablezca el proceso de pagos.

Un tema que llama la atención es el persistente descenso en la cifra de prestatarios del sistema. Desde diciembre del 2019 el número de prestatarios se redujo en cerca de 16.000 (15.941). En agosto esa reducción fue de 2.330 prestatarios menor a la experimentada en julio cuando alcanzó a 4.682.

Las utilidades del sistema continúan a la baja. Al 31 de agosto suman un total de 872 millones de bolivianos, frente a 1.424 millones en similar período de 2019.

Los principales indicadores del sistema financiero muestran su fortaleza, pese a la pandemia. El Coeficiente de Adecuación Patrimonial (CAP) se sitúa en 13,2%, algo más de tres puntos porcentuales de encima del mínimo requerido de 10%.

Leve recuperación de créditos y ahorros

La cartera de créditos y los depósitos en el sistema financiero presentaron una leve recuperación en el mes de agosto, mejorando moderadamente la disponibilidad de recursos para nuevos préstamos, de acuerdo al último informe de la Autoridad de Sistema Financiero (ASFI).