Ese impacto es resultado no sólo de los efectos de la cuarentena decretada para frenar la emergencia sanitaria, sino también de los bloqueos organizados por la Central Obrera y grupos afines al MAS exigiendo la modificación de la fecha de elecciones.

“La Paz no es ni un departamento productor de hidrocarburos ni tampoco productor de alimentos. Sus principales actividades corresponden al sector terciario. Por lo tanto el impacto del Covid-19 en la economía regional ha sido mayor que en otros departamentos”, explicó Jaime Ascarrunz, presidente de la Federación de Empresarios de La Paz.

Las importaciones y exportaciones regionales sufrieron grandes impactos y grandes demoras, remarcó el ejecutivo empresarial.

Autoridades económicas nacionales acaban de modificar el Programa Monetario de este año incorporando los efectos de la pandemia y proyectaron para el cierre de gestión una contracción económica de 6,2%, una inflación de 1,7% y un déficit de 12%.

A fin de paliar este efecto negativo, el líder empresarial paceño planteó un plan de desarrollo departamental y nacional para el corto y mediano plazo y pidió a los candidatos presidenciales comprometerse con su ejecución “tomando en cuenta las características y posibilidades de las regiones de manera que el crecimiento del país sea armónico y lo más uniforme posible”.

Respecto a la moderada inflación que se espera para el presente ejercicio (1,7%), Ascarrunz dijo que es resultado de la ralentización de la economía, pues las forzadas cuarentenas no solo paralizaron el aparato productivo sino que redujeron la demanda de manera importante. El ejecutivo considera que, considerando los factores mencionados, la proyección de la inflación es correcta.

La Paz se contraerá en 8%

La economía de La Paz registrará este año una contracción del 8%, mayor a la estimada para todo el país de -6,2%, lo que significa que dejará de percibir alrededor de 1.000 millones de dólares, según estimaciones de la Federación Departamental de Empresarios Privados.