Los supermercados, por ejemplo, reciben por teléfono la lista de compras de algún consumidor que preparan para determinada hora del día en la que el cliente recoge su pedido y paga ya sea en efectivo, con tarjeta o a través de medios electrónicos. Algunos ofrecen incluso un valor agregado como la entrega de pedidos a domicilio, sin costo adicional.

En otros casos, las plataformas de delivery están ampliando su rubro de negocio para convertirse en proveedores directos de productos, una especie de tiendas donde los consumidores no entran físicamente,pero desde las cuales se abastecen los pedidos que llegan por canales digitales.

“El comercio on line, en todas sus versiones, ha llegado para quedarse y se va a seguir potenciando. Hay jugadores que están cambiando sus modelos de negocios y sobrevivirán los que se suban más rápido a la ola”, comentó Laura Perdomo, Gerente General de Kimberly Clark Bolivia, a Nueva Economía, tras remarcar que estos cambios favorecerán al cliente que recibirá servicios con mayor valor agregado.

La ejecutiva explicó que el comercio electrónico registró un salto cualitativo pues en los ocho meses iniciales de la pandemia consiguió los avances que esperaban obtenerse en cinco años. Las empresas comerciales tuvieron que adaptarse a marchas forzadas a las nuevas condiciones del mercado. Las que ya tenían plataformas trabajaron para potenciarlas y quienes carecían de ellas empezaron a construirlas.

Durante la primera fase de la crisis sanitaria Kimberly Clark acompañó a sus clientes volcando sobre ellos toda su experiencia a fin ayudarles a registrar avances para consolidar el comercio electrónico, detalló Perdomo.

Brasil y Argentina están a la vanguardia del e-commerce porque ya tenían un camino recorrido. Perú fue el mercado que dio el mayor salto y Bolivia, pese a ser un mercado más modesto, también experimentó un importante expansión.

Si bien en la región se desarrollaron múltiples conceptos comerciales, no todos corresponden a e-commerce pleno, que emplea los canales electrónicos en toda la operación: genera la venta por alguna plataforma y la concluye mediante pagos on line.

Otras iniciativas surgidas comprenden modelos parciales de comercio electrónico, donde si bien la compra se genera por medios electrónicos (el WhatsApp, por ejemplo), los pagos se hacen en el efectivo. Las mayores barreras para el comercio electrónico están relacionadas con la distribución y con los medios de pago.

“En Bolivia hay un mundo de oportunidades para los emprendedores, pero queda un camino por recorrer en cuanto a los medios de pago”, remarcó la entrevistada.

La pandemia incidió también en los hábitos de consumo. Hay una creciente demanda por productos de limpieza y para el hogar, jabones y alcohol en gel, entre otros.

“Son cambios de hábitos que vinieron para quedarse en el largo plazo”, remarcó Perdomo, tras indicar que los consumidores buscan hoy productos más económicos que se adapten a la nueva realidad de sus bolsillos y por eso o compran el producto más barato o adquieren los empaques más grandes donde el precio unitario es menor.

Para responder a esa demanda, Kimberly Clark Bolivia lanzó una nueva línea de pañales en segmento más económico y próximamente introducirá sus líneas con productos antibacteriales para la higiene personal y para la limpieza del hogar.

LAURA PERDOMO: LA PANDEMIA RENOVÓ LOS CONCEPTOS DE COMERCIO

La pandemia ha impulsado renovados conceptos de comercio para reducir al mínimo los contactos físicos, algunos de los cuales ya se están probando en Bolivia para beneficio de los consumidores.