El primer resultado se dio en los mercados bursátiles del mundo. Los tres principales índices de la bolsa de Nueva York abrieron a la baja y los índices bursátiles europeos y asiáticos se derrumbaron. Esto ocurre a un mes de las elecciones estadounidenses. Eso refleja la incertidumbre que perciben los inversores.

Los partes preliminares señalaban que Trump tenía “síntomas leves” pero que estaba “de buen humor” y con “mucha energía”. Posteriormente, el galeno personal del mandatario detalló que “el presidente y la primera dama están bien en este momento y planean permanecer en su hogar en la Casa Blanca durante la convalecencia”.

“Es demasiado pronto para decir cómo esto puede afectar el resultado de las elecciones. Los mercados se han vendido en una reacción instintiva a la noticia, lo cual es comprensible”, dijo Khoon Goh, jefe de investigación de Asia en ANZ en Singapur, consultado por Infobae.

La primera amenaza está relacionada con los factores de la salud. Los varones son más propensos a sufrir los efectos severos de la enfermedad y tienen el doble de posibilidad de morir. La edad es otro factor de riesgo. Las personas de entre 64 y 74 años tienen más probabilidades de requerir atención hospitalaria e incluso de morir y Trump tiene 74 años.

Además, el Jefe de Estado pesa 110.7 kilogramos, lo que es considerado como obesidad para su altura de 1,9m. La obesidad provoca un estado de inflamación crónica que afecta a las células del cuerpo y a las mucosas facilitando el ataque de los virus. El sobrepeso también tiene efectos negativos sobre el sistema inmune.

La obligada cuarentena de Trump genera incertidumbre sobre la campaña electoral estadounidense. Por el momento, la oficina de campaña de Trump comunicó que todos los eventos proselitistas programados pasarán a ser virtuales y que la realización de los demás compromisos será evaluada “caso por caso”. Ya la campaña era atípica pues, ya que se desarrollaba sin eventos masivos debido a la pandemia.

El contagio presidencial deja dudas sobre la participación del presidente Trump en el segundo debate con su rival demócrata Joe Biden , programado para dentro de dos semanas en Florida. Despendiendo de la evolución de su estado de salud, no podría descartarse un “debate virtual” dentro de 15 días.

La cuarentena le impediría a Trump a asistir a los actos de campaña, lo que daría pie incluso a diferir las elecciones del 3 de noviembre. Un cambio de fechas dependería del

Congreso y requeriría una mayoría en ambas Cámaras del Congreso. Los demócratas controlan la Cámara de Representantes. Incluso con un diferimiento, el mandato de Trump expiraría al mediodía del 20 de enero de 2021.

Si Trump enfermara gravemente y no pudiera cumplir con sus deberes, la ley señala que el vicepresidente (Mike Pence) asumiría el cargo en calidad de interino. Recuperado, Trump podría retomar el ejercicio gubernamental. En caso de que también Pence quedara incapacitado, en la línea de sucesión está la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, cuya presencia desataría una gran polémica política.

Impactos del contagio de Trump