“La región es absolutamente vital para España'', señaló Manuel Muñiz, secretario de Estado para la España Global, durante un debate virtual organizado por la Casa de América y que reseña el diario español El País. Lo es todavía más cuando China se ha convertido en un socio cada vez más relevante para América Latina y, desde la óptica hispana, se está llevando los contratos que antes pescaban las compañías españolas.

''La presencia de China ya es ya muy importante y si no hacemos bien las cosas seguirá creciendo, con un mayor mimetismo en los comportamientos políticos y democráticos”, advirtió Josep Piqué, presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial.

Añadió que el futuro regional “dependerá en buena medida del papel de los organismos multilaterales, sobre todo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la CAF, un banco de desarrollo regional” y remarcó que “hay que seguir apostando por la integración, el multilateralismo, el libre comercio y las economías abiertas. Si no, nos vamos a equivocar gravemente”.

Manuel Muñiz hizo un diagnóstico de la región: “esta crisis acelera la fractura de precarización y destrucción de empleo, así como un aumento de la desigualdad y la desinformación, con el consecuente vaciado de la clase media y del centro político. Golpea más a los colectivos más vulnerables y en América Latina hay un serio riesgo de aumento de la desigualdad que puede derivar en una mayor desafección política de los ciudadanos”.

Los participantes recordaron que en 2008 la crisis golpeó duramente a España y que entonces, ante el declive del mercado interno, con el consumo de las familias y la inversión en descenso, muchas compañías miraron al otro lado del Atlántico para equilibrar sus fuentes de ingresos. América Latina enfrentaba entonces un descenso en su crecimiento, pero sin la gravedad que experimentaba el continente europeo.

Las firmas españolas multiplicaron sus inversiones en la región y los exportadores se hicieron fuertes en un terreno históricamente abonado. Ese movimiento salvó las cuentas de resultados de muchas en los siguientes años. La historia vuelve a repetirse.

“Con independencia del impacto de la crisis, España ha venido jugando un papel clave a través de sus empresas, y esa apuesta es una apuesta ganadora y bidireccional. En esta recuperación y en esta crisis no va a ser diferente: no podemos entender nuestro sector exterior y nuestra inversión sin América Latina”, subrayó la secretaria de Estado de Comercio del Gobierno español, Xiana Méndez.

Casi la tercera parte de las inversiones de firmas españolas en el extranjero va hacia el bloque latinoamericano y el número de empleados en su nómina en la región supera ya los 360.000. La presencia española se manifiesta en los sectores de infraestructura, logística, transporte, atención sanitaria, telecomunicaciones, digitalización y abastecimiento alimentario.

También como en 2008, la internacionalización de las compañías españolas vuelve a ser prioridad. “Es, nuevamente, el sector que puede funcionar como motor para la recuperación de la economía española. Hoy, incluso, desde una posición más sólida y más competitiva. Es una política casi de Estado, que forma parte de nuestro ADN y sobre la que hay consenso un Gobierno tras otro'', remarcó Méndez.

ESPAÑA APUESTA POR AMÉRICA LATINA

España seguirá apostando por América Latina, a pesar de la pandemia, tal como lo hizo durante la crisis económica de 2008, cuando se multiplicaron las inversiones de las empresas españolas en la región, lo que entonces contribuyó a la recuperación de la economía ibérica.