A su vez, puede fomentar un crecimiento económico más inclusivo y sostenible a través de su propia actividad empresarial, generando empleo digno, respetando los derechos humanos, creando nuevos productos y servicios que atiendan mercados subatendidos y abriendo oportunidades de desarrollo para los eslabones más vulnerables de su cadena de valor.

De acuerdo con la Comisión para la Empresa y el Desarrollo Sostenible, cumplir los ODS abriría más de 13.000 millones de dólares en oportunidades de mercado en áreas como alimentación y agricultura, ciudades, energía, salud y bienestar, al tiempo que se resolverían retos básicos que afectan la calidad de vida de miles de millones de personas.

Por otro lado, la sociedad, las nuevas generaciones y los inversores demandan que las empresas se responsabilicen del impacto social y ambiental de sus actividades económicas. Del mismo modo, piden que contribuyan a una economía más alineada con el modelo de crecimiento sugerido por los ODS: más incluyente, que se preocupe por el planeta y las generaciones futuras, que genere mayor equidad y que no deje desatendido a ningún sector.

Los argumentos no son sólo éticos, sino también empresariales y cada vez movilizan a más emprendimientos a dar pasos en esta dirección.

Un nuevo rumbo

Una empresa de impacto social es un modelo de empresa innovador, a través del cual se busca la resolución de un problema social y, a su vez, obtener beneficios, generar empleo y tener consecuencias positivas en la sociedad y en el medioambiente.

Sus características son:

- Carácter participativo, fomentando e incentivando la participación de uno o varios grupos de ciudadanos.

- Beneficiar a la comunidad como principal objetivo. La prioridad de una empresa social no es la obtención de beneficios propios y el lucro. Más bien, su mayor interés pasa por la satisfacción y obtención de un beneficio, pero para un grupo concreto de la sociedad.

- Garantizan la igualdad de oportunidades, evitando cualquier tipo de discriminación.

- La empresa social se basa, sobretodo, en la fuerza del trabajo, más que en el capital.

- Promueven la innovación económica y social.

- En muchos casos se basan en financiamiento mixto, siendo su objetivo prioritario el de la autofinanciación y reducir, de esa manera, la dependencia económica.

Algunos ejemplos de emprendimientos bolivianos que nacieron con este enfoque o que se dirigen a ser de impacto social son:

Elemental: Hace unos cuatro años Daniella García fundó Elemental, donde cientos de niños y adolescentes han aprendido programación y robótica. Estos estudiantes desarrollaron proyectos gracias a un innovador programa de educación en tecnología 100% práctico que tiene el objetivo de formar a la niñez y juventud para los trabajos del futuro. En 2016, García estuvo entre los innovadores menores de 35 años del MIT.

Kirah Design: En 2008, Gabriela Flores fundó Kirah Design, una empresa social con la misión de mostrar al mundo el talento de los artesanos bolivianos. Kirah empieza por rescatar ramas y troncos de árboles de morado, especie endémica de Bolivia, y su trabajo, que transforma manualmente la madera en piezas de arte, ha dado vida a más de 300 diseños. En 2017 sus obras llegaron a más de 100 ciudades en 50 países, con varios reconocimientos internacionales.

Walisuma: Hace unos cuatro años, Patricia Rodríguez decidió hacerse cargo de Walisuma, proyecto que fue concebido en la Fundación Nuevo Norte. Walisuma trabaja con alrededor de 60 grupos, entre empresas, S.R.L., asociaciones y artesanos más pequeños. Estos grupos reúnen, aproximadamente, a 1300 productores del país. Cada uno tiene su propia línea de productos, que es ofertada en las tiendas de esta marca.

Mamut: Mammut nace como iniciativa de Manuel y Antonio Laredo, junto a Ronald Gonzales, como una manera de generar industria. Esta empresa se caracteriza por transformar llantas, abarcas, sogas y trapeadores de goma en pisos Es una de las pocas empresas en Bolivia que cuenta con una certificación como Empresa B, fortaleciendo su compromiso de impactar de manera positiva su entorno.

EMPRENDIMIENTOS DE IMPACTO SOCIAL

El sector privado es el principal motor de desarrollo económico en la sociedad, genera el 90% del empleo a nivel global Y provee productos y servicios que impactan de manera definitiva en la vida de las personas.