El pronóstico para las subregiones muestra disminuciones de -9,4% para América del Sur, de -8,4% para América Central y México y de -7,9% para el Caribe.

Para las mayores economías se estima una caída de 10,5% (Argentina) y de 9,2% (Brasil). Los mayores desplomes corresponden a Venezuela (-26%) y Perú (-13%). Otras caída importantes son las de Ecuador (-13%), Chile (-7,9%) y Colombia (-5,6%). Bajas un tanto más moderadas se prevén para Bolivia (-5,2%), Uruguay (-5%) y Paraguay (-2,3%).

La caída en la actividad económica provocará que el nivel del PIB per cápita de América Latina y el Caribe sea similar al observado en 2010, lo que significa un retroceso de 10 años en los niveles de ingreso por habitante.

“Se prevé ahora un aumento también mayor del desempleo, que a su vez provocará un deterioro importante en los niveles de pobreza y desigualdad”, indicó Alicia Bárcena, en su presentación.

Se espera que la tasa de desocupación regional sea de alrededor del 13,5%, lo que representa una revisión al alza de dos puntos porcentuales respecto al pronóstico de abril pasado. De esta manera, el número de desocupados llegaría a 44,1 millones de personas, lo que representa un aumento cercano a 18 millones con respecto al nivel de 2019 (26,1 millones de desocupados).

La caída del Pib regional y el aumento del desempleo tendrán a su vez un efecto negativo directo sobre los ingresos de los hogares y su posibilidad de contar con recursos suficientes para satisfacer las necesidades básicas.

La CEPAL proyecta que el número de personas en situación de pobreza se incrementará en 45,4 millones en 2020, con lo que el total de personas en esa condición pasaría de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones en 2020, cifra que representa el 37,3% de la población latinoamericana.

Para el caso boliviano, se anticipa que el indicador de pobreza aumentará en casi cuatro puntos porcentuales pasando de 32,3% a 36,1%. Por su parte, el indicador de pobreza extrema subiría dos y medio puntos porcentuales al pasar de 14,3% a 16,8% entre 2019 y 2020.

El organismo también proyecta una mayor desigualdad en la distribución del ingreso en todos los países de la región: el índice de Gini se incrementaría en 4,9 puntos porcentuales de 2019 a 2020.

Se adelanta una contracción de 23% en el valor de las exportaciones regionales por la reducción de la demanda mundial y una importante reducción en las remesas hacia AL.

ECONOMÍA DE AL SE CONTRAERÁ EN 9,1 por ciento

Ante el desplome más acelerado de la actividad económica mundial, la Cepal revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para América Latina fijando una contracción regional de 9,1% para este año y un crecimiento negativo de 5,2% para Bolivia.