Así lo muestra la “Encuesta a firmas exportadoras de América Latina” aplicada por el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL) del BID a compañías exportadoras de América Latina y el Caribe, en la que participaron 532 micro, pequeñas, medianas y grandes empresas de 25 países.

El 90% de las empresas latinoamericanas tomó medidas para amortiguar el impacto del COVID-19 como la apertura de nuevos mercados (17%), la utilización del comercio electrónico (15%), la diversificación de la producción (14%). La mayoría implementó el teletrabajo para seguir operando.

Según el BID, el valor de las exportaciones regionales se contrajo a una tasa interanual estimada de 3,2% en el primer trimestre de 2020 (tras caer 2,2% en 2019). La retracción respondió a los menores precios de exportación, a la merma de los volúmenes, a una tendencia a la baja observada en 2019, y a los primeros efectos de la crisis económica causada por el COVID-19. Se estima una caída del valor de las exportaciones de la región de alrededor del 30% interanual en abril, tendencia que continuará por lo menos hasta julio.

Esta disminución está vinculada a la existencia de dificultades a la hora de exportar tanto desde la oferta como de la demanda. Esto podría indicar que, en cuanto las medidas de confinamiento comiencen a revertirse, el escenario mostrará signos de recuperación (tanto desde la oferta como desde la demanda).

Si bien el 77% de las empresas indicó que sus exportaciones disminuyeron, un 12% admitió que no tuvo cambios en sus ventas externas y un 11% dijo que incluso las incrementó. Del total de empresas que experimentaron caídas, el 50% corresponde al subgrupo de exportadoras de bienes finales, mientras que el 14% son exportadoras de insumos y 36% de servicios. El 80% del sector terciario fue afectado por la disminución de sus exportaciones.

En los casos del sector secundario y primario los valores son del 76 y 75% respectivamente. Si bien se espera una continuidad en la caída de las exportaciones, las expectativas de recuperación en el corto y mediano plazo son moderadamente alentadoras.

El sector que espera una recuperación más pronta es el primario, con expectativas de crecimiento en el 32% de los casos, contra un 19% del secundario y un 20% del terciario.

Como es de esperar, el pesimismo frente a la recuperación es mayor entre las empresas más impactadas por la pandemia –el 71% de las empresas que tuvieron una caída de sus exportaciones mayor al 30% cree que éstas continuarán disminuyendo.

Se observa entre los exportadores altos niveles de expectativas insatisfechas de ayuda estatal. En medio de la pandemia, la mayoría de las empresas demandan acciones por parte del sector público, especialmente vinculadas a temas fiscales. El nuevo ADN de las firmas exportadoras podría también estar asociado a la aceleración de la transformación digital.

Covid reinventa las exportaciones