Los sectores más afectados fueron la construcción (-50,95%), minería (-38,56%), transporte (-17,51%), industria manufacturera (-12,76%) y comercio (-11,32%).

El INE recuerda que las medidas de confinamiento para hacer frente al coronavirus y resguardar la salud de la población afectaron el normal desenvolvimiento de las actividades económicas por lo que tuvieron que paralizar o disminuir sus capacidades productivas.

En el caso de Construcción, las obras públicas y privadas se paralizaron totalmente en el mes de abril y, parcialmente, en mayo y junio. El sector de Minerales Metálicos y No Metálicos se vio afectado por la pausa en la producción de plomo, plata y zinc desde fines de marzo hasta mediados de mayo. La Industria Manufacturera se vio impactada en el rubro azucarero (retrasado por la zafra) y en el de bebidas y textiles, cuya producción sfue interrumpida.

Por el contrario, los servicios de Comunicación registraron un crecimiento acumulado de 6,14% a causa del incremento en el uso de Internet doméstico con fines laborales y educativos. El sector Agropecuario tuvo un incremento de 1,53% debido al buen comportamiento del rubro pecuario y agrícola no industrial.

Respecto a la variación acumulada del PIB por tipo de gasto al segundo trimestre del año, el gasto de consumo final de la administración pública cayó en 2,55% por la disminución en gastos de funcionamiento como energía eléctrica, agua, combustibles y comunicaciones, dado que muchos establecimientos públicos permanecieron cerrados durante la cuarentena. El gasto de consumo final de los hogares se redujo en menor proporción que el PIB (- 6,09%) debido a la caída en los ingresos de los hogares, mitigada por las transferencias en efectivo de como los bonos “Canasta Familiar”, “Familia” y “Universal”.

La formación bruta de capital fijo se contrajo de forma acumulada en 16,97% por la suspensión temporal de diversas obras públicas y construcciones privadas.

En el sector externo, las exportaciones de bienes y servicios registran un decrecimiento acumulado de 19,65% debido a la reducción en la exportación de gas natural a Brasil, así como a la suspensión de actividades en el sector minero (principalmente en la producción de estaño, plomo, plata y zinc). Las importaciones de bienes y servicios muestran una variación negativa acumulada de 31,40% al segundo trimestre de 2020.

La interrupción de las actividades económicas por la cuarentena influyó negativamente en la importación de diversos insumos como el diésel, materiales de construcción y otras materias primas para la industria; mientras que, por el lado de los hogares, disminuyó la importación de vehículos y artefactos electrónicos.

El INE cita algunos datos comparativos con otras economías latinoamericanas. Así, Perú registra la mayor caída acumulada en la región, presentando una tasa negativa de 17,27%, seguido por Argentina (-12,55%), Bolivia (-11,11%), Colombia (-7,43%), Chile (-7,08%), Uruguay (-5,99%) y Brasil (-5,90%). Los países que decrecieron a una tasa menor estuvieron sujetos a cuarentenas menos rígidas que la aplicada en Bolivia, agrega la entidad.

Contracción de 11% al II Trimestre

La economía boliviana presentó al segundo trimestre del año una contracción de 11,11% a causa del confinamiento decretado por la emergencia del coronavirus, lo que pone al país entre los más golpeados, según información del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).