Por problemas contractuales. Bolivia está en peligro de perder más de 90 mil dosis de las vacunas contra el coronavirus COVID-19 de la farmacéutica estadounidense Pfizer.

Gobierno observó que se quiera incluir una cláusula mediante la que la empresa busca deslindarse del pago de una indemnización en caso de daños por el compuesto.

Rogelio Mayta, canciller reveló a un medio de comunicación radial que “Ellos (Pfizer) pretenden ser exonerados totalmente de responsabilidad”, no obstante, se llevan adelante rigurosísimas negociaciones porque de aceptar estas condiciones, el Estado tendrá que asumir toda la responsabilidad civil y el resarcimiento a los afectados.

Declaró también que los contactos con la farmacéutica se realizan en el marco del mecanismo COVAX, que se impulsa para la distribución equitativa entre los países. A Bolivia llegó el pasado domingo el primer lote de 228 mil dosis de vacunas AstraZeneca y se espera que hasta mayo lleguen 92.430 de Pfizer-BioNtech, informó la organización mundial.

Según Mayta indicó que COVAX colabora con el dinero, pero deja que las negociaciones se hagan entre el Estado y la empresa, siendo ésta última quién define los pormenores contractuales.

Pese a ello según el canciller las negociaciones no se han roto y continúan por varias semanas buscando llegar a un acuerdo razonable.

El primer hombre de las relaciones internacionales reconoció que ya se había anunciado la llegada de las vacunas para este mes, a través del mecanismo COVAS, pero solo llegaron 228 mil dosis de AstraZeneca. Atribuyendo la demora a las dificultades en el contrato, como las que se tienen con Pfizer.

En una explicación directa dijo que, en la búsqueda de vacunas, se advirtió una “situación preocupante e indignante”, debido a que, si bien en el mundo se hablaba de solidaridad en la distribución, en la realidad las economías más poderosas tuvieron acceso más pronto a las dosis, relegando a los pobres.

Lamentablemente, otro elemento negativo es que las empresas ofrecían condiciones de negociación que no son las más abiertas, con cláusulas como no divulgar los precios y otros temas respecto a sus ventajas comerciales. Muchos Estados accedieron, como Bolivia.

En el caso de otros países, la exigencia de la farmacéutica también habría generado tropiezos en los acuerdos, En Perú, las negociaciones se prolongaron por casi seis meses por la misma cláusula para eximir responsabilidad ante eventuales efectos adversos y demora en la entrega de los lotes.

En países como Argentina y Brasil, según varios medios, Pfizer pidió que los activos soberanos, como edificios de embajadas y bases militares como garantía para cubrir posibles costos legales futuros.

Esta revelación se presentó en un reportaje liderado por el Bureau of Investigative Journalism y la colaboración de OjoPúblico. En el que también señaló que la farmacéutica fue acusada de intimidar y chantajear a los gobiernos latinoamericanos en las negociaciones.

Bolivia en riesgo de perder 90 mil vacunas Pfizer

Farmacéutica fue acusada de “intimidar y chantajear” a los gobiernos latinoamericanos en las negociaciones. Expertos hacen referencia a un abuso de poder.