Bolivia busca consolidar su posición en el mercado del litio y aspira a convertirse en el cuarto productor mundial de ese mineral, sumándose de este modo a Chile y Argentina en el denominado “triángulo del litio”, mencionado en sus planes a corto plazo de la empresa Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).

La actual planta piloto Llipi de la estatal boliviana, cuando el proyecto entre en operaciones será capaz de tener una capacidad de producción de 15.000 toneladas a fines de 2021, llegando a ser cuarto, después de Australia, Chile y Argentina.

Marcelo Gabino Gonzales Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), paralizada desde hace un año, tiempo en el que incluso se dejaron de comercializar los productos procesados debido a la crisis sanitaria en Bolivia y el cierre de mercados internacionales, tiene el principal objetivo es reactivar la industria del litio en Bolivia,

“El reto que tiene nuestra nueva autoridad es la reactivación de la industria del litio en Bolivia. El desafío es grande, sobre todo después de que la planta estuvo paralizada por un año, tiempo en el cual no se tuvo comercialización de los productos de cloruro de potasio que se van produciendo en nuestra planta”, dijo Franklin Molina. el ministro de Hidrocarburos y Energías, al referirse de los nuevos retos que se deben asumir

Las dos autoridades coincidieron en mencionar que para el país es importante la articulación de la política energética referida al litio, porque este producto permitirá el desarrollo económico del país y de las regiones productoras por su alto valor agregado y la demanda en el mercado internacional de baterías de litio.

Según Gonzales, YLB tiene los recursos humanos calificados y necesarios para entrar a la etapa de industrialización del litio y para continuar lo establecido hasta antes del 2019, que era la construcción de otras plantas industriales como la de ion litio y cátodos en los salares de Coipasa, en Oruro; Uyuni y Pastos Grandes, en Potosí.

Las actividades de producción en la planta industrial de cloruro de potasio y de la planta semiindustrial de carbonato de litio fueron afectadas por la pandemia y las restricciones de la cuarentena rígida dictadas el año pasado, señala una nota del ministerio.

No obstante, consciente de las limitaciones de poner en pie una industria propia, YLB deberá realizar acuerdos con socios estratégicos que transfieran su tecnología y garanticen el mercado para producir hidróxido de litio y fabricar materiales catódicos y baterías de ion litio hechos en in Bolivia destinados al mercado interno y externo

El ingeniero químico subrayó además que por ley, en Bolivia solo YLB puede explotar los recursos evaporíticos, lo cual garantiza que las ganancias se queden en Bolivia, al igual que el modelo de explotación de los hidrocarburos.

Asimismo Bolivia se prepara para dar el salto a la producción industrial de este metal clave en la industria electromotriz, ya que es utilizado sobre todo en la fabricación de

baterías recargables de ion litio para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos en el mundo.

Bolivia busca ser el cuarto productor mundial de litio

La empresa boliviana pretende alcanzar una capacidad de 15 mil toneladas, solo mil menos que las que producen actualmente Argentina.