En comparación, de los 4.400 millones de dólares en vehículos federales en el 2019.

Joe Biden, el nuevo Presidente de los Estados Unidos, ha anunciado que 645.000 vehículos gubernamentales de su país serán sustituidos por vehículos eléctricos. Dijo que sólo se adquirirán vehículos eléctricos de fabricación estadounidense, pero no ha dado un calendario para la conversión de la flota. Anuncio importante para la industria del litio.

La novedad es la primera medida concreta de la administración Biden para descarbonizar el sector del transporte. La flota gubernamental contaba con 3.215 vehículos eléctricos en el 2020, el 0,5% de los 645.000 vehículos del parque móvil. Según la publicación de World Energy Trade (Electrive).

Se menciona que el impulso del nuevo gobierno a la electrificación de toda la flota va de la mano con el anuncio de que quiere fortalecer la industria automovilística estadounidense y sus cadenas de suministro, hablando de crear ''un millón de nuevos empleos''. Esto, por supuesto, significa que los vehículos eléctricos que se adquieran deben fabricarse en Estados Unidos.

Se menciona que el mandatario fue más allá al decir que solucionará las deficiencias que actualmente permiten que los vehículos se etiqueten como ''made in USA'' aunque los componentes clave se suministren desde el extranjero.

''La industria automovilística estadounidense, las cadenas de suministro de automóviles nacionales y la infraestructura automovilística, desde las piezas hasta los materiales y las estaciones de carga de vehículos eléctricos''. Explicó al denunciar que es muy poco que el umbral sea el 50%.

El presidente norteamericano afirmó que cambiará el problema de marca de origen al firmar la acción ejecutiva que firmó y que no sólo exigirá que las empresas fabriquen más de sus componentes en Estados Unidos, sino que el valor de esos componentes contribuya a su economía, medido como el número de empleos estadounidenses.

Electrificación que podría costar al gobierno alrededor de 20.000 millones de dólares. En comparación, de los 4.400 millones de dólares en vehículos federales en el 2019.

La nota menciona que Kristin Dziczek, vicepresidenta de Industria, Trabajo y Economía del Centro de Investigación de la Automoción, declaró que esto puede ralentizar el proceso de descarbonización, pero impulsar la industria automovilística estadounidense, ya que ''la oferta actual es bastante escasa, pero la industria está a punto de desatar una avalancha de un nuevo producto, y mucho de ello construido en Norteamérica'', asumió.

El gobierno de Biden no ha dicho si se tendrán en cuenta los vehículos híbridos. Aunque los fabricantes de automóviles alemanes, entre otros, han utilizado los

vehículos híbridos para reducir sus cuotas de producción de CO2 en la UE, los estudios demuestran que estos vehículos no ofrecen las reducciones de CO2 prometidas.

Con las nuevas acciones, no cabe duda de que, el presidente Joe Biden se aleja de las políticas de transporte de su predecesor Donald Trump, aunque hay que reconocer que el proyecto estaba bastante bajo. El nuevo presidente ya ha esbozado a grandes rasgos sus planes, que comienzan con una regulación más estricta de las emisiones.

En su campaña, Biden pidió, entre otras cosas, una inversión de 300.000 millones de dólares en investigación y desarrollo relacionados con ''la tecnología de los vehículos eléctricos, los materiales ligeros, el 5G y la inteligencia artificial, para crear empleos de alto valor en la fabricación y la tecnología de mayor valor''.

Además, dijo que se deberían invertir 5.000 millones de dólares en baterías y almacenamiento de energía, proyecto en el que está incluido el litio, para ''aumentar la autonomía y bajar el precio de los coches eléctricos''. En su cruzada electoral también había prometido construir 550.000 estaciones de recarga en el país.

Biden se compromete a electrificar los 645.000 vehículos

Electrificación que podría costar al gobierno alrededor de 20.000 millones de dólares.