“Esto implica crear sistemas tributarios más justos, promover la creación de empleos decentes, fortalecer la sostenibilidad ambiental y reforzar los mecanismos de protección social”, recomendó António Guterres, secretario general de la ONU.

Convertida en nuevo epicentro de la pandemia, América Latina presenta uno de los niveles de infección del virus más altos por cápita con un saldo mayor a los 3 millones de contagios. El organismo pronosticó para la región una contracción de 9,1%, la mayor en los últimos cien años.

Los efectos serán devastadores: un aumento del 7% en los niveles de pobreza, lo que significa 45 millones más de pobres en América Latina que no podrán cubrir sus necesidades alimentarias básicas, lo que dará un total de 230 millones de personas en pobreza en la región. “Es enorme. Estamos hablando de un continente de 630 millones de personas”, comentó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal.

Según Naciones Unidas, el desempleo regional se elevará del 8,1% (registrado en 2019) al 13,5%, lo que significa 44 millones de desempleados.

El turismo es uno de los sectores más golpeados. América del Sur y Centroamérica registrarán una contracción de 35% en el turismo, mientras que en el Caribe el bajón en el sector será de 39%.

“Esta es una región que ya venía por siete años con un crecimiento muy bajo y con brechas estructurales y un modelo de desarrollo insostenible que se han exacerbado por una muy débil protección social, sistemas de salud fragmentados y profundas desigualdades,” dijo Bárcena. Tanto Guterres como Bárcena hicieron un llamado a la comunidad internacional para acudir al rescate financiero de la región a fin de paliar el deterioro descrito.

América Latina profundizará sus desigualdades