Expertos en el tema consideran que, como muchos otros cambios que experimenta la humanidad, el mundo va a redefinir la manera en que se trabaja. No es previsible el cierre de las oficinas, aunque algunas se reducirán, lo que va a cambiar es la forma de trabajar.

Se acabó la era del escritorio permanente, señala una publicación de BBC Mundo. En este sentido, se prevén al menos cinco nuevos modelos.

La primera modalidad es una oficina totalmente remota, tal cual como sucedió en el momento más duro de la cuarentena. Requiere que la tecnología funcione muy bien, sin interrupciones ni en la señal ni en los audios. Dado que en esta modalidad se echa de menos la cercanía humana, muchas empresas han organizado “comités sociales” para organizar eventos sociales on line donde los colegas puedan compartir de manera distendida.

El segundo es un modelo híbrido que combina el trabajo presencial con el remoto, unos días en la oficina y otros en teletrabajo. Dos días en casa podrían ser aconsejables. A veces esto genera incomodidad entre quienes prefieren rutinas muy definidas.

Otro es el “modelo remoto plus”, que establece tres semanas en trabajo remoto y la presencia física de una vez al mes en la oficina. Esta presencia es selectiva y obliga a cumplir con medidas de bioseguridad. Esto permite el contacto físico con los compañeros y estimula el trabajo en equipo.

La cuarta modalidad es una variación del modelo híbrido que pone énfasis en agrupar a los trabajadores de una misma zona o región. Los colegas que viven cerca tienen más opciones para socializar.

La quinta es una modalidad flexible apropiada para aquellas empresas que buscan ante todo resultados. No les importa el cumplimiento de un horario específico de trabajo. Cada empleado es diferente y tiene sus asignaciones específicas. Lo que importa son los resultados. Esto supone un elevado grado de confianza en los empleados.

Acabó la era del escritorio permanente