ALTIFIBERS CIERRA OPERACIONES

“Somos una empresa dependiente exclusivamente de la exportación de nuestros productos y la situación de nuestros principales mercados marcó el no seguir trabajando, porque ya no tenemos quien compre nuestros mercancías y esta es una situación que podría durar muchos meses, lo que escapa por completo a nuestro control”, subrayó Alfredo Ascarrunz, gerente de esta industria.

Ubicada en la zona de El Kenko de la ciudad de El Alto, la empresa, depende en un 96% de sus exportaciones. La demanda disminuyó virtualmente a cero y la recuperación de esos mercados es incierta, lo que hace insostenibles sus operaciones.

La decisión de suspender actividades “fue difícil y triste, pero fue la opción más responsable pensando sobre todo en las necesidades inmediatas y oportunidades futuras de los trabajadores”, mencionó el ejecutivo, tras mencionar que “los créditos (ofrecidos por el gobierno) no son la solución y que solo ampliarían la agonía”.

El cierre se produce después de 30 años de presencia ininterrumpida en la producción de fibra de lana de llama y alpaca que demandó importantes inversiones en sus diferentes unidades de producción: top bobinas de fibras, hilados y prendas. La crisis mundial llevó a la fábrica a un momento indefendible, por lo que se vio obligada a acogerse al concepto de “fuerza mayor” para proceder al “cese indefinido de sus actividades y unidades de negocio”.

Ascarrunz dijo que la mayor responsabilidad de la empresa es cumplir con la exigencia económica que supone realizar el pago de beneficios sociales a 193 trabajadores, conforme a lo establecido en las leyes y en un plazo no mayor a 15 días.

Aseguró que, en su mayoría, los trabajadores aceptaron la medida el cesar funciones y otros grupos tendrán reuniones con ejecutivos para la firma del pago de beneficios y agradecimiento de servicios. Sin embargo, el líder del sindicato, declaró a una emisora que los trabajadores están en vigilia en las instalaciones de la fábrica para evitar su cierre.