Fernando Cajías: “Necesitamos proteger nuestras industrias”
Fernando Cajias

Fernando Cajías: “Necesitamos proteger nuestras industrias”

25/07/2024

La vocación industrial de La Paz está en picada. Su industria ha sido golpeada por el contrabando y por la internación de ropa usada; sin embargo, su vocación comercial continúa fuerte y se le abren nuevas oportunidades en la economía naranja y en el turismo, opinó el historiador, Fernando Cajías.

“Da tristeza ver a Achachicala o Pura Pura, barrios que antes eran industriales, con sus fábricas abandonadas. Nuestra industria está más desprotegida, aunque hay empresas que han sobrevivido trasladándose a la ciudad de El Alto desde donde continúan operando”, señaló el entrevistado, tras lamentar que el contrabando y la ropa usada, “han matado gran parte de

nuestra industria”.


No obstante, dijo que “hay industrias que son típicas de La Paz, las llamadas industrias creativas, donde resaltan quienes confeccionan polleras, quienes hacen mantas y elaboran sombreros y zapatos. Es una industria interesante que se presenta, sobre todo, en la zona oeste de la ciudad y en El Alto.


Empero, ya se ha visto que están trayendo mantas desde la China o Corea y esto nos obliga a proteger mucho más nuestra industria”, subrayó Cajías. El historiador destacó que La Paz tiene todavía una economía muy dinámica, una vocación comercial fuerte y continúa siendo el eje articulador del país.


Sin embargo, “el gran desafío es que necesitamos más orden y protección de nuestras industrias. El paceño ha demostrado puede ser ordenado como sucede con el PumaKatari y el Teleférico, pero sabemos que una de nuestras angustias es que tenemos uno de los transportes más desordenados del mundo”, agregó.


Considera esencial fortalecer la vocación industrial de La Paz y cuidar el medioambiente, sobre todo en la explotación del oro. “Debemos aprovechar la economía verde, la economía naranja y explotar más el turismo”, remarcó.


Cajías sostiene que La Paz es un Departamento con muchas particularidades que lo distinguen del resto del país. Menciona entre ellas la naturaleza que lo rodea (nevados y montañas), pues cuenta con casi todos los pisos ecológicos.

La cultura es otra de sus características. Si bien La Paz es una ciudad modernizada y globalizada, como todas las de Latinoamérica, también mantiene mucho la tradición, sobre todo la religiosa, con el catolicismo y la religiosidad andina. Eso se expresa en fiestas muy particulares como Alasitas o Gran Poder.


“La Paz también tiene una fuerte influencia aymara; pero, a la vez, es una ciudad en la que se ha producido un mestizaje profundo, reflejado en una de las identidades más grandes que es el vestido de la chola paceña. Si bien fue traído de España, ha adoptado mucho de lo indígena.


Esto también se refleja en nuestra comida y vestimenta”, manifestó Cajías.

La Paz ha registrado una progresiva evolución. El historiador explicó que, en sus inicios, era una ciudad muy pequeña, pero a partir del siglo XVIII se hizo una de las ciudades más grandes del Virreinato, sobre todo, gracias al comercio y al tributo de los indios. Por mucho tiempo continuó siendo una ciudad comercial y a finales del siglo XIX llegó a ser una ciudad provinciana.


“Es en el siglo XX cuando La Paz se convierte en sede de gobierno y empieza un crecimiento mayor. Llega el tranvía, el adoquinado de las calles, el embovedado del río, entre otros, además de una migración de italianos y alemanes que iniciaron una importante industrialización que se convirtió en parte de nuestra identidad, como la cerveza Paceña, la papaya Salvietti, los embutidos Stege, la marraqueta, etc.”, manifestó el entrevistado. Como sede de gobierno, La Paz es el eje político del país. “Hoy en día, es una ciudad que ha aumentado mucho su población y sus barrios, como Sopocachi, que recién nació a principios del siglo XX o la zona Sur, que nació en la segunda mitad del Siglo XX”, detalló Cajías.

Nota editorial: Por Grupo Nueva Economía · Última actualización 25/07/2024