En este sentido, este 2023 decide realizar un trabajo conjunto con la Cainco para presentar el VCILAT en una nueva versión. El año pasado, este evento se centró, principalmente, en Venture Capital, con el objetivo de buscar unir a startups bolivianas con posibles financiadores en fondos de Venture Capital para poder dinamizar el ecosistema.

“Con la Cainco vimos que es una gran oportunidad para unir a todos los segmentos del ecosistema. Existen empresas emergentes en diferentes estadios, por lo que necesitan acceso al financiamiento, asesoramiento, asistencia técnica, acompañamiento; pero, dependiendo de las características de cada una, requieren una respuesta diferente.

Por lo tanto, en esta versión del VCILAT se van a tratar temas de Venture Capital y de Inversión de Impacto con la idea de juntar a todos los actores: inversionistas y empresas, pero también entidades de soporte”, detalló Juan Carlos Iturri, Director Ejecutivo de la Fundación IES. Iturri explicó que el proceso que debe seguir una empresa, desde su inicio, incluye varias fases.

Se inicia con una idea, luego se da el salto a un micro emprendimiento, después a una pequeña y mediana empresa, hasta llegar a consolidarse como una empresa grande. “Es como ir pasando los diferentes vagones de un tren, pero, para hacerlo, se necesitan ciertas condiciones, como diferentes tipos de financiamiento, de asesoramiento o asistencia técnica.

Entonces, identificar qué institución puede actuar en qué vagón es parte del trabajo que hemos hecho como Fundación IES y, con ello, hemos planteado la ruta del emprendedor y la empresarialidad como un camino para tener un lenguaje común y donde las diferentes empresas se puedan situar e identificar, junto a las incubadoras, las aceleradoras y, finalmente, el mercado de valores”, agregó.

Avances identificados en el país

En el caso de Venture Capital, el ejecutivo de la Fundación IES señaló que ha habido casos de éxito, la mayor parte realizada por inversionistas extranjeros, lo que significa que las empresas salieron a otros países y consiguieron inversionistas allí. “Algunas otras también han logrado obtener fondos de inversionistas ángeles. Recordemos que los emprendimientos pasan por

diferentes estadios de crecimiento, por lo tanto, el monto de una inversión inicial puede ya no funcionar más adelante. Es importante hacer notar que un buen emprendimiento en general logra financiamiento local o en el extranjero, pero no todo aquel que se dedica a emprender puede generar un buen emprendimiento”, aclaró.

En el caso de Inversión de Impacto, el experto enfatizó en que dentro de los

elementos más complejos están el definir y medir el impacto.

“Se parte de la base de que una empresa bien manejada genera un impacto positivo, pero existen algunos más puristas que exigen que haya un fin determinado, la manera de medirlo y de determinar si es exitoso o no, entre otras cosas. Todos esos elementos deben hacerse antes de realizar la inversión y nosotros todavía estamos en el proceso”, manifestó.

En la actualidad, según el entrevistado, ha habido varios avances. Por ejemplo, existe una mayor conciencia por parte de las empresas que, por un lado, generan un impacto que puede ser positivo o negativo en el entorno; y, por otro lado, de los consumidores que ya están tomando en cuenta y eligiendo una empresa sobre otra por determinadas características que

impactan positivamente.

Al mismo tiempo, se están desarrollando técnicas para entender qué es impacto y cómo se puede medirlo. Este fenómeno se da mundialmente porque existen elementos complejos a tomar en cuenta.

VCILAT, una oportunidad para unir a todos los actores del ecosistema

La Fundación IES viene trabajando hace más de 20 años en los fondos de Inversión de Impacto, que buscan, además de un retorno financiero, un impacto positivo para la sociedad.