El dirigente empresarial sueña con un Departamento que tenga una clase media fuerte, que haya encontrado soluciones a sus principales problemas sociales como la pobreza, la informalidad y el desempleo; que sea capaz de otorgar oportunidades a los jóvenes y donde las mujeres puedan integrarse a la fuerza laboral y empresarial.

“Veo a Santa Cruz en el año 2030 como una de las ciudades con la tasa de crecimiento de la clase media más alta de la región, una ciudad que pueda convertirse en el puente para toda la región, con políticas para atraer opciones de negocios al departamento y a la ciudad”, remarcó en entrevista con Nueva Economía.

Uno de sus anhelos es que pueda consolidarse el proyecto del hub de Viru que le daría a Santa Cruz una atractiva proyección internacional, pues la convertiría en un nodo regional donde confluyan carga, pasajeros, negocios, inversiones y turismo.

No es una quimera. Cita un estudio de la Fundación española Metrópoli que señala que Santa Cruz es la única ciudad que, en un radio de 4 horas de vuelo, puede llegar a un mercado de casi 200 millones de habitantes. El referente más cercano es la ciudad de Panamá, cuyo hub contribuye con una tercera parte del PIB nacional.

“Imagínese si pudiéramos crear un hub. El crecimiento se dispararía en esta región. Panamá es chiquita y es, más bien, un centro de conexiones. No produce nada. Santa Cruz, además de ser centro de conexiones, puede ser un centro exportador de materia prima y de valor agregado, además de un hub de pasajeros y carga”, dice con entusiasmo, tras añadir que ese proyecto requiere políticas e infraestructura.

Hurtado destaca a Santa Cruz como una región innovadora en el más amplio sentido del concepto. Recuerda que cuando la ciudad era pequeña, y ante la ausencia de bancos, los cruceños crearon cooperativas de ahorro y crédito en torno a sus parroquias para disponer de capital y democratizar los préstamos. El modelo cooperativista se replicó después en la provisión de los servicios de electricidad, agua, alcantarillado y telefonía).

Las cooperativas trascendieron la marcha urbana y fueron el instrumento a través del cual la institucionalidad departamental (Comité de Obras Públicas y Cordecruz) impulsó el desarrollo de las provincias cruceñas, invirtiendo los recursos que el Departamento recibía por concepto de regalías.

El cooperativismo, vigente aún en muchos sectores cruceños, la inversión pública, el emprendimiento privado y el aporte de la migración han potenciado el crecimiento económico de Santa Cruz.

La actividad agropecuaria, el gas, la agroindustria, la minería, las industrias de bebidas, alimentos y manufacturas, así como las exportaciones, impulsaron la economía regional en los últimos años y todavía tienen mucho que ofrecer. Sin embargo, el líder empresarial anota que, pese a su potencial, Santa Cruz tiene asuntos pendientes que resolver como el acelerado crecimiento urbano, los bolsones de pobreza y los elevados grados de informalidad.

Uno de los desafíos es el aprovechamiento del bono demográfico para crear en las nuevas generaciones las capacidades que les permitan generar las soluciones que el mundo requiere, muchas de ellas tecnológicas. En esa línea, explica que Cainco impulsa programas para conectar a los jóvenes con el mundo académico y con el tejido empresarial. Son diversas las iniciativas para incorporar al Departamento al coche de la innovación.

Otro reto es la integración de la mujer a la fuerza laboral y empresarial. Cainco tiene un programa de liderazgo femenino y otro de mentoring que asesora a las pequeñas empresarias en temas de financieros, comerciales y de recursos humanos.

SANTA CRUZ: MOTIVO DE ORGULLO