El componente económico de esa estrategia requiere estar sustentado en la innovación y el conocimiento, el desarrollo de la industria manufacturera, la seguridad alimentaria y el turismo.

Con una agenda de desarrollo de largo plazo, el Departamento puede aspirar a recuperar el liderazgo económico que ostentaba hasta fines del siglo pasado y frenar la migración poblacional y económica que hoy registra. De lo contrario, se profundizarán las condiciones de pobreza y continuarán las migraciones.

“Tenemos que hacer inversiones importantes para evitar que seamos siendo un departamento expulsor de población y la mejor manera es dinamizando la actividad económica. La fórmula debe estar condensada en una manera distinta de administrar nuestro territorio. Hay que apostarle a la regionalización del Departamento”, sostiene Fabian Yaksic, ex funcionario de la gobernación paceña y que hoy, desde el ámbito privado, se define como “activista de la región Metropolitana”.

Menciona siete regiones específicas en el Departamento: altiplano norte y altiplano sur, Amazonía valles del norte y valles del sur, Los Yungas y la región Metropolitana, conformada por las ciudades de La Paz y el Alto.

Considera que desde las estrategias regionales se puede sacar provecho a las vocaciones productivas del Departamento y cita como ejemplos la producción apícola en Los Yungas, la piscicultura en el altiplano norte y el manejo de bosques en la Amazonía.

“La región Metropolitana es mercado más importante del Departamento y puede ser un gatillador de cada una de las regiones”, apunta, al subrayar que el esfuerzo supone atraer inversiones, articular esfuerzos públicos y privados, potenciar ciudades intermedias, consolidar la vinculación vial con ese centro metropolitano, dotar de servicios de telecomunicaciones y tecnología e impulsar el desarrollo agropecuario y agrícola, entre otras cosas.

La red de ciudades intermedias puede ser fundamental para apuntalar a unos 40 municipios de los 87 existentes y trasladar desarrollo a las regiones, remarca el entrevistado.

Varios son los factores que, en su criterio, frenaron el crecimiento y desarrollo del Departamento de La Paz.

La organización territorial asimétrica expresada en la concentración del 67% de los habitantes en dos municipios (La Paz y El Alto) y con 52 municipios con menos de 10.000 habitantes. En la región Metropolitana la densidad poblacional es de 300 habitantes por kilómetro cuadrado y en la Amazonía de apenas 2,3 habitantes.

El descuido del medio ambiente por la ausencia de una gestión integral de residuos, el crecimiento poblacional que elevó los factores de contaminación y la deficiente fiscalización ambiental. A todo esto se añade la conflictividad políticosocial y la ausencia de un liderazgo institucional, político y social en el Departamento.

“Estas asimetrías tienen un impacto en esa estructura económica y productiva que la calificaría como débil y absolutamente terciarizada”, afirma tras precisar que hay un estancamiento de la producción agropecuaria y que la actividad minera no contribuye como debiera. La economía paceña se caracteriza por el gran peso del sector terciario.

“La terciarización es nuestra vocación fundamental que hay que apuntalarla. No es malo que seamos un Departamento terciarizado, pero tiene que modernizarse con el paradigma de la economía del conocimiento y de la innovación”, puntualizó.

REGIONALIZACIÓN: CLAVE DEL DESARROLLO PACEÑO

El Departamento La Paz debe apostar por la regionalización, consolidando estrategias de desarrollo sostenibles para sus siete regiones teniendo como su principal referente y motor a la región Metropolitana, que concentra no solo la mayor actividad económica sino el mayor núcleo de población.