La economía mundial no halla sosiego. Primero fue la pandemia, luego los cuellos de botella en las cadenas de suministros, las condiciones financieras más restrictivas y finalmente la inflación. La gestión 2024 estará nuevamente marcada por la incertidumbre, como ya ocurrió en el ejercicio recién concluido y las tensiones geopolíticas incidirán en la volatilidad del crecimiento y de los mercados.

“Aunque se han producido avances positivos, como la relajación de las presiones inflacionistas y los avances en el campo de la inteligencia artificial (IA), las empresas y los responsables políticos se enfrentan a una volatilidad continuada, ya que las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas y suben las diferencias geopolíticas y las tensiones sociales”, señala el último informe del Foro Económico Mundial elaborado sobre la base de una encuesta a economistas jefe de instituciones públicas y privadas de todo el mundo.

Siete de cada diez encuestados esperan que el ritmo de la fragmentación geoeconómica se acelerará en 2024, contrariamente a lo que ocurría en la década pasada cuando todo apuntaba a fortalecer la globalización y el 80% considera que se reforzarán los bloques geoeconómicos.

El 56% de los consultados intuye que la economía mundial se debilitará y sólo un grupo marginalmente más pequeño prevé una perspectiva económica estable o mejorada.

El Fondo Monetario Internacional ha pronosticado para 2024 un crecimiento global de 3,1% similar al registrado en 2023.

Gran parte de ese crecimiento está relacionado con la actividad de los mercados emergentes, pues el desempeño de las economías avanzadas permanece dentro de parámetros todavía modestos.

Los patrones de crecimiento entre regiones serán disímiles. Se espera un comportamiento más dinámico en el sur y este de Asia, aunque el desempeño de China genera dudas pues las estimaciones iniciales cambiaron de sólidas a moderadas para 2024. Las perspectivas de crecimiento se han debilitado para Europa y Estados Unidos.

Los gurús de Davos coinciden en que la Inteligencia Artificial irá ganando mayor protagonismo y que serán las economías avanzadas las que experimentarán los beneficios de un aumento de productividad antes que los países de menores ingresos.

Casi tres cuartas partes de los encuestados esperaban que la IA acelerara la innovación en las economías avanzadas durante este año. El 94% espera que estos beneficios de productividad sean económicamente significativos en el mediano plazo en las economías de renta más elevada.

El rimo más lento de progreso en los países de menores ingresos podría ampliar la brecha económica y tecnológica.

La economía global con incertidumbres

Después de la pandemia, la crisis de suministros y la inflación, ahora parece ser el turno de las tensiones geopolíticas con dos conflictos bélicos en zonas críticas.