LA PRIMERA LÍNEA PARA MITIGAR LOS DAÑOS DE LA PANDEMIA EN LA ECONOMÍA
Asoban

LA PRIMERA LÍNEA PARA MITIGAR LOS DAÑOS DE LA PANDEMIA EN LA ECONOMÍA

26/06/2020

Casi 8 millones de ciudadanos bolivianos y bolivianas han podido contar con los bonos, en poblaciones urbanas, periurbanas y rurales del país y compensar en algo la reducción abrupta de sus ingresos.

Cerca de 30 mil empleados bancarios de todo el país han permitido que los servicios financieros continúen funcionando durante esta emergencia sanitaria. Parte de ellos se movilizaron y otros continuaron desempeñando sus funciones desde sus hogares gracias a la provisión de condiciones por parte de los bancos.Ello permitió que durante más de 70 días que duró la cuarentena fija, la gente pueda acceder a sus ahorros, pagar servicios, realizar transferencias, entre otros, y particularmente, que cerca de 8 millones de bolivianos recibieran, hasta la fecha, los bonos dispuestos por el Gobierno nacional.“La banca cumple la Ley 393, que señala que los servicios financieros no pueden ser interrumpidos, por ser considerados como esenciales para la población. En este sentido, durante esta emergencia sanitaria, los bancos han organizado a parte de su personal, particularmente el que trabaja en atención al público, para que puedan asistir a las sucursales y agencias y atender a nuestros clientes y usuarios”, señala Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (ASOBAN).La principal prioridad de los bancos, en este sentido, es la protección de la salud de sus empleados. “La salud de nuestros colaboradores es de central importancia, porque gracias a ellos, la economía se moviliza y la población accede a recursos para continuar con sus actividades en medio de esta pandemia”, afirma Villalobos.La primera líneaDesde el 12 de marzo de 2020, Bolivia ingresó en un periodo de emergencia sanitaria, dictada por el Gobierno ante el surgimiento de los primeros casos de COVID-19. Durante este periodo, se implementaron medidas de restricción de circulación, distanciamiento social y aislamiento externo del país, con el cierre de fronteras.Para compensar la pérdida de ingresos de las familias en este período, el Gobierno impulsó el pago de tres bonos:• Bono Familia: un pago de Bs500, por cada estudiante de las unidades educativas del sector público y privado de los subsistemas de educación regular, educación alternativa pública y del subsistema de educación especial pública.• Canasta Familiar: un pago de Bs400 destinado a los adultos mayores que reciben Renta Dignidad, pero no pensiones de jubilación y madres que reciben el bono Juana Azurduy y personas que reciben el bono de discapacidad.• Bono Universal: un pago de Bs400 destinado a personas de 18 hasta 60 años que no reciban ninguno de los otros dos beneficios, ni salario ni rentas del Estado o del sector privado.El Gobierno centralizó el pago de estos beneficios en la banca, lo que implicó un gran esfuerzo para su personal, no sólo en asegurar la logística y el dinero en efectivo, sino en la coordinación de las bases de información de distintas entidades que llevaban antes esta labor en un tiempo récord, con la calidad y rigurosidad que requiere este trabajo.“Nos hemos adaptado de forma adecuada, con nuestro personal técnico en cada banco para ordenar las bases de datos y disponer la mejor logística para el traslado del dinero en efectivo a las agencias destinadas para el pago de estos beneficios, así como el personal de caja”, puntualizó el ejecutivo de ASOBAN.Villalobos puso énfasis en que ello implicó que hasta el momento 7.943.675 de personas hayan cobrado estos bonos, de acuerdo con cifras del propio Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.“Somos la primera línea que ha permitido mitigar los daños económicos de la pandemia; casi 8 millones de ciudadanos bolivianos han podido contar con estos recursos, en poblaciones urbanas, periurbanas y rurales del país y compensar en algo la reducción abrupta de sus ingresos”, enfatizó.A ello se ha sumado, la actividad del personal de sistemas e innovación tecnológica para continuar, mejorar, ampliar y promover los servicios a través de las plataformas de banca móvil y banca por internet, para que la ciudadanía pueda quedarse en sus casas y no causar aglomeraciones en las sucursales de los bancos.“Ellos también son de muchas maneras la primera línea, porque permiten que la gente se proteja y no tenga que salir de sus hogares para realizar pagos y transacciones”, mencionó Villalobos.Salud, una preocupación centralTodo el personal y colaboradores de los bancos privados han estado protegidos durante todo este tiempo. Los bancos han aplicado protocolos rigurosos aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el trabajo.“Se ha entregado a los funcionarios de atención insumos y materiales necesarios para que desarrollen su trabajo (barbijos, guantes, alcohol en gel, gorros, trajes de bioseguridad, entre otros) de acuerdo al nivel de exposición que tienen”, indica el representante.Se ha reforzado el sistema inmunológico con vitamina C, y se ha procedido a desinfecciones antes de ingresar a las áreas de trabajo y constante lavado de manos, entre otros. Los trabajadores son monitoreados y disponen de un protocolo para acceder a atención médica, en caso de percibir síntomas asociados al virus.Con el público, se ha cuidado el distanciamiento social en las oficinas, dotación de barbijos, desinfecciones de materiales. “Es importante que el usuario de la Banca se cuide y tome en cuenta que el distanciamiento social es esencial para llevar adelante sus actividades cotidianas”, reitera Villalobos.Seguro bancario preparadoEl sistema de salud de corto plazo para la banca privada está preparado para esta emergencia. Algunos bancos, además, han tomado seguros adicionales para la protección de sus empleados. Ello indica que la salud es un aspecto que no se ha descuidado ante un posible brote de COVID-19.En este sentido, la Caja de Salud de la Banca Privada (CSBP) otorga sus servicios y prestaciones en los nueve departamentos del país en recintos de salud propios y alquilados, dentro el marco establecido para la seguridad social a corto plazo, bajo altos estándares en cuanto a la prevención y atención de la salud de sus afiliados del sector financiero.“Se ha diseñado un plan contingencias y prestaciones, específico para la atención del COVID -19, que brinda la seguridad y todos los recursos disponibles en favor de sus asegurados para el manejo epidemiológico, la detección y tratamiento de la enfermedad, bajo condiciones de alta bioseguridad”, menciona el representante de ASOBAN.De acuerdo con ASOBAN, la capacidad de respuesta de la CSBP ha sido calificada con un 95% sobre 100, por la OMS y la OPS, índice que resulta de la valoración realizada en los siguientes campos: liderazgo, capacidad de coordinación; calidad de información, logística y operaciones, finanzas administración, identificación rápida, capacidad de diagnóstico, protocolos de aislamiento, manejo de casos, prevención y control de infecciones.Los protocolos establecidos entre la CSBP y sus afiliados, tienen definidos claramente los canales de comunicación y emergencias para la identificación de casos sospechosos, el posterior seguimiento a la pruebas y confirmación del diagnóstico, el manejo de los casos aislados con seguimiento y monitoreo domiciliario, la atención de casos graves y gravísimos en sus unidades de terapia intermedia e intensiva.La CSBP cuenta con la capacidad de hospitalización adecuada, determinada en función a un análisis de edades de la población asegurada, las enfermedades prevalentes, lo que ha permitido la dotación de recursos necesarios para la atención de esta emergencia.AgradecimientoEl ejecutivo de ASOBAN expresó su enorme agradecimiento al personal bancario. “Es una labor que no sólo los ejecutivos de los bancos tienen que encomiar, sino la población en general, pues nuestros colaboradores abandonan sus hogares y se exponen con el objetivo de llegar a la gente con nuestros servicios”, indicó. Asimismo, Villalobos valoró el servicio que, desde la Caja de Salud de la Banca Privada, se presta a los asegurados, asumiendo riesgos propios de esta crisis sanitaria, en beneficio de los trabajadores y colaboradores del sistema financiero.

Nota editorial: Por Grupo Nueva Economía · Última actualización 26/06/2020