El coronavirus causó una contracción de 10% en la industria regional, con la consiguiente caída en las ventas, la disminución de la liquidez y un alto grado de insolvencia. “Hasta abril pasado, 885 empresas cerraron puertas en el departamento a un ritmo de siete unidades económicas diarias”, detalló el presidente de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Candipaz), Pablo Camacho.

El contrabando es la otra pandemia que provoca un daño económico anual de al menos 3.000 millones de dólares en la economía nacional, afectando directamente a la industria local. La demanda cayó entre 50% y 60% en muchas empresas, obligando a reducir turnos de trabajo e incluso a otorgar vacaciones colectivas ante la acumulación de stocks.

Industrias PIL, por ejemplo, llegó a acumular 5.000 toneladas de leche por lo que dejó de acopiar la producción lechera los domingos (120.000 litros), afectando a muchas familias del altiplano. “El contrabando ha rebasado todas las expectativas y los cálculos que teníamos”, subraya Camacho.

La tercera afección es la permanente conflictividad social en la sede de gobierno, intensificada a fines de 2019 con acciones vandálicas, lo que desalienta las inversiones, conduciendo a las industrias a buscar mejores rumbos en el interior del país o fuera de él.

Todo esto ha generado un preocupante proceso de desindustrialización que llevó a Candipaz a encarar iniciativas dirigidas a que el Departamento recobre el sitial de liderazgo que ostentaba hasta hace dos décadas. Sin embargo, lejos de espantarse, el vocero de los industriales paceños enfatiza: “estamos en La Paz para quedarnos, no nos vamos a ir”.

Lo primero que se busca es generar un “Acuerdo de paz para La Paz” que permita preservar y estimular las inversiones regionales. “La Paz era primera en la participación del PIB industrial y hoy somos segundos, con posibilidad de llegar al tercer puesto si no hacemos algo”, advierte Camacho quien recuerda que la tasa de crecimiento del PIB industrial nacional es de 4,66% mientras que La Paz está por debajo de ese nivel (4,46%).

Los industriales plantean tres medidas contra el contrabando: disminuir de 200.000 a 10.000 UFVs el monto mínimo permitido para sancionar la internación ilícita; municipalizar la lucha contra el contrabando; e implementar controles para la compra y envío de productos de contrabando por internet. Para fortalecer la industria boliviana, se sugieren que las instancias de gobierno prioricen la compra de los productos nacionales.

Candipaz elaboró en 2019 una estrategia de desarrollo industrial sostenible para La Paz que pone énfasis en la creación de una región metropolitana, la articulación productiva y comercial, la creación de un parque industrial y la marcha hacia el norte.

Esa propuesta requiere un financiamiento de 27.600 millones de dólares y la modernización de la legislación laboral y tributaria y una renovada ley de inversiones. Candipaz está realizando acercamientos con los alcaldes de la zona metropolitana para la aprobación de incentivos municipales que permitan atraer inversiones.

Camacho sugiere reactivar la Ley de Promoción Económica del municipio de El Alto que data de 2004, pero que requiere agilizar su reglamentación. En 17 años de vigencia, 29 empresas se beneficiaron con ese instrumento y, a decir del ejecutivo de Candipaz, esa ley “puede ser el gran motor para atraer inversiones al Departamento”.

LA INDUSTRIA PACEÑA ENTRE TRES PANDEMIAS

El covid-19, el contrabando y la conflictividad son las tres pandemias que castigan a las industrias de La Paz provocando no solo el cierre de unidades productivas sino también la migración de muchas empresas a otras regiones de Bolivia y a otros países.