“Hay una forma de hacer las cosas que nos ha permitido llegar hasta aquí. Es un trabajo muy técnico, de mucho análisis” argumenta Laurent Bertaux, Vicepresidente Ejecutivo de LBC, tras comentar que ese conocimiento del mercado, unido a la solidez financiera de la compañía, explican su posicionamiento como la principal aseguradora del país.

Sostiene que la principal fortaleza de LBC es ser una compañía enfocada en el rubro de los seguros. “No pertenecemos a un grupo (económico). Hace 75 años que hacemos seguros, tenemos 1,3 millones de clientes y trabajamos con los mejores reaseguradores”, remarca.

Relata que su proceso de digitalización se inició antes que la pandemia, durante los conflictos de octubre de 2019 que impedían al personal acudir a sus oficinas para atender a los clientes. La pandemia fue un acelerador de esa necesidad de mantenerse en contacto con sus clientes, colaboradores y proveedores sin presencia física. LBC aplica un modelo híbrido: unos en teletrabajo y otros en oficina y esa será la tónica a futuro.

Bertaux está convencido de que LBC debe seguir acelerando su transformación digital y que no hay vuelta atrás en ello. “No vamos a volver a la forma de trabajar que teníamos antes. No digo que desaparecerá la presencia física, pero tenemos que ofrecer a los clientes otras formas de poder contactarse con nosotros, de comprar seguros, renovarlos o presentar un reclamo. Existen los procesos y las herramientas para hacerlo”, dice, tras relatar que él mismo despacha en teletrabajo y que ya no tiene una oficina física. Cuando requiere un encuentro presencial reserva una sala o un espacio de cowork.

Sin embargo, no es cosa fácil, para algunos trámites, las normas exigen presencia física. “Queremos que las instancias de regulación, los Ministerios, el Código de Comercio tengan una nueva visión, que tomen en cuenta las posibilidades que hoy existen y que nos permiten hacer las transacciones de manera más eficiente, rápida y segura”, anota.

Con una facturación de 100 millones de dólares anuales, LBC vivió un 2020 difícil, con un exceso de mortandad vinculada al covid-19, aunque con menores riesgos en los seguros de automotores, por las limitaciones a la movilidad impuestas en la cuarentena. Pero lo que más preocupa es la inclusión de las cuotas de seguros en los procesos de reprogramación y refinanciamiento de capital e intereses, lo que deriva en que no se está pagando los seguros que respaldan los créditos, rompiendo el principio básico del mercado referido a que si no hay pago tampoco debiera haber cobertura.

Escuchando a sus clientes y bajo asesoría de expertos de mercados más maduros La Boliviana Ciacruz sigue desarrollando productos innovadores. “Estamos abiertos a lo que pasa en otros mercados. Eso nos ayuda a capitalizar nuestro conocimiento”, añade.

Gonzalo Bedoya, referente del seguro boliviano

La historia de La Boliviana Ciacruz está marcada por la personalidad de Gonzalo Bedoya, figura fundamental no solo para la compañía sino para la industria del seguro en Bolivia.

A sus 34 años, tras su formación profesional en seguros y servicios financieros en Londres y luego de una enriquecedora experiencia de trabajo en el Grupo Zurich, Bedoya se convirtió en una figura referencial en el mercado nacional de los seguros guiado por una de sus premisas: “hacer las cosas de la mejor manera posible”.

A fines de la década de los ochenta, fue protagonista de un hito en el mercado asegurador: la fusión de las compañías La Continental de Seguros y Reaseguros y La Boliviana de Seguros.

Aficionado a los caballos, Bedoya protagonizó también saltos hípicos en los negocios. En 1993, tomó una decisión relevante: se fusionó con la división de Seguros del Banco Santa Cruz, entonces, el mayor de Bolivia, dando origen a La Boliviana Ciacruz de Seguros y Reaseguros. Eran dos compañías del oriente y occidente del país que daban un histórico paso en favor de la integración y del desarrollo de la banca de seguros.

En el 2000, la apertura de la economía junto a la presencia de capitales internacionales le llevaron a otra decisión trascendental: vender la mayoría de sus acciones al Grupo Zurich, lo que le permitió incorporar tecnología de vanguardia y modelos de buen gobierno corporativo. LBC se convertía en una Corporación.

Tras doce años de fructífera relación con Zurich y luego del cambio de prioridades de la aseguradora suiza en Latinoamérica y de las transformaciones políticas que experimentaba Bolivia, Bedoya retomó el control accionario. LBC volvió a ser una compañía independiente, pero con un bagaje de calidad internacional.

Bedoya siempre apostó por el capital humano y por eso La Boliviana Cíacruz es considerada como la ‘universidad del seguro en Bolivia’, pues no hay compañía en el mercado local que no cuente con algún ejecutivo que no haya sido parte de LBC.

Gonzalo Bedoya falleció en 2016 dejando un imborrable legado para su empresa y el mercado asegurador.

LA BOLIVIANA CIACRUZ, 75 AÑOS HACIENDO HISTORIA

Con la mirada puesta en convertirse en una compañía mayormente digital y la perspectiva, siempre presente de transnacionalizarse, incursionando a futuro en algún mercado externo, la compañía de seguros La Boliviana Ciacruz celebra este año sus 75 años, plenos de historia.