El mundo no volverá a ser el mismo después de la aparición de la COVID-19, pues se produjeron muchos cambios tras los confinamientos que no pararon del todo al mundo dado que la internet ayudó a que todo siga funcionando sin la estricta necesidad del contacto físico.

Parte de los cambios, que se originaron en las nuevas formas de trabajo y educación que, de continuar así, instaurarán de forma definitiva un “nuevo normal”.

Lo vital de lo digital

La implementación de la digitalización fue más allá de lo estratégico para constituirse en asunto de supervivencia.

En el ámbito laboral cobraron importancia el teletrabajo y el trabajo híbrido que impulsa la digitalización, lo que significa un cambio estructural para algunos y para otros una opción renovada para retomar su vida en el mercado laboral. Pues está en el ADN de las empresas abrirse a nuevos mercados y apostar por la innovación dentro de un mercado globalizado que permite comprar, vender u ofrecer un servicio desde cualquier punto del planeta.

Por otra parte, que los empleos TIC hayan incrementado en demanda no implica que los profesionales con una formación previa no tengan espacio para ejercer, sino que les da la oportunidad de renovarse.

Nuevos perfiles y nuevas demandas

El proceso de transformación digital implica tanto la adquisición de competencias digitales, como el deseo de una formación continua dentro de un entorno laboral que no para de cambiar, por tanto, se necesitan nuevas profesiones.

Estratega en diseño de servicios: Se dedica a traducir ideas de negocio de la organización y transformarlos en productos o servicios que respondan a las necesidades de los usuarios o clientes. Debe conocer en profundidad al público objetivo para saber qué y cómo ofrecer.

UX Designer: Es un intermediario entre la empresa y el usuario; busca optimizar la experiencia del usuario en las diferentes aplicaciones e interfaces de la compañía, de manera acorde con sus necesidades. Este profesional conoce al usuario y realiza test de usabilidad, lo que es necesario hoy más que nunca a raíz del distanciamiento físico.

Expertos en teleasistencia: La pandemia y el confinamiento dejaron en claro que es necesario mejorar las técnicas de teleasistencia, en los diferentes rubros (salud, educación, administración, etc.) tanto en el ámbito público como en el privado; por tanto, nació la necesidad de incorporar a estos especialistas al mercado laboral.

Profesional de asistencia a personas con dependencia: La Covid-19 atacó con mayor crudeza al grupo de personas mayores o dependientes. La ayuda a domicilio, la operativa de residencias o incluso la asistencia telefónica son reconocidas ya como profesiones de primera importancia, y cada vez serán más buscadas en el ámbito laboral.

Apps Developer & Web Developer: Con la pandemia se hicieron más populares y necesarios, pues se encargan de crear, testear y programar las apps y las webs de una organización. Codifica los sitios web y las aplicaciones, comprueba su buen funcionamiento y administra bases de datos.

Community Manager/ Social Media Specialist: Estos dos últimos años, las redes sociales jugaron un rol importante para informar, entretener y acercar a las personas: por lo que estos técnicos de redes sociales trabajaron y trabajarán en potenciar la imagen de marca en todos los canales digitales a través de la ejecución de las acciones que conforman la estrategia desarrollada principalmente por el social media manager.

Digital Copywriter: Es redactor de contenidos digitales cuya función es promocionar productos o servicios a través de la redacción de contenido acorde con los protocolos establecidos por la organización.

La flexibilidad de las habilidades

El mercado está exigiendo una capacidad de adaptación espectacular al nuevo entorno. Frente a los desafíos nacientes de la pos-pandemia el mercado laboral busca profesionales que se adapten rápidamente y que, además de conocimiento técnicos básicos, se apropien de habilidades blandas para poder enfrentar cualquier acontecimiento. Las empresas buscan un perfil con un gran protagonismo de la agilidad y las habilidades blandas ( soft skills ); es decir “personas flexibles, y adaptables”, que destaquen por la creatividad, la persuasión y la colaboración .

Toda crisis conlleva una oportunidad y en este caso específico, se abrió las puertas a un abanico de nuevas carreras o carreras renovadas que podrían generar mayores empleos.

Formación y el nuevo mercado laboral

Más de 76 millones de dólares.