Miguel Armaza, CEO Gilgamesh Ventures; Viviana Angulo, CEO Pista 8; Luis Fernando Ortíz, CEO Inversionistas SC Angels y Allison Silva CEO Emprender Futuro; dialogaron sobre inversiones de riesgo, empresas y startups, en la última sesión del ciclo de conferencias “Modelando el Futuro”, realizada el 12 de octubre a través de Zoom.

La realidad ha cambiado a raíz de la pandemia, pues aceleró varios procesos de transformación y favoreció de forma por demás evidente a la activación del mundo del emprendimiento a través de soluciones innovadoras que buscan cubrir las nuevas necesidades de la sociedad. Para Miguel Armaza, estos dos últimos años han sido de aprendizaje, sobretodo en el mundo de las finanzas y tecnología financiera. “Los niveles de inversión se han fortalecido y multiplicado en América Latina. Este año, ya van cerca de 10 mil millones invertidos en startups y más de 60 y 70% son destinados a fintech; así que la tecnología financiera va de una manera increíble”. A propósito de las fintech, es necesario destacar que últimamente se están dando sociedades entre fintech y bancos, que van más allá de la inversión; puesto que estas empresas de tecnología están proveyendo de servicios a bancos que quieren remodelar su tecnología y modernizar sus sistemas.

“La inversión por parte de compañías en distintas industrias que tienen capital de riesgo de inversión, están jugando con las reglas de venture capital para no interrumpir con la innovación y ayudar a las startups y aprendiendo de ellas”, manifestó Armaza.

Mas, lo que sorprende en este punto es que no muchas compañías en América Latina han establecido organizaciones de capital de riesgo, la mayoría con compañías de EEUU o de otro continente.

La comunicación, es la clave

En el caso de Latinoamérica, existe una baja articulación de las grandes empresas con el mundo de la innovación y el emprendimiento.

Según Viviana Angulo, esta situación puede cambiar a partir de un sistema de comunicación más efectiva entre emprendedores e inversionistas. “La comunicación más efectiva se da cuando el inversionista habla el lenguaje del emprendedor con las mejores prácticas de negociación y los emprendedores tienen una propuesta de valor concisa, con una probada solución y un entendimiento profundo del mercado”.

Todo esto nos lleva a repensar que existe una necesidad de reencausar el proceso educativo del emprendedor boliviano, pues no solo los programas tradicionales han quedado muy circunscriptos al espacio local, sino que es importante dejar de lado la presuposición de que todo se puede hacer solo, es necesario demostrar que existe un ecosistema en el que las empresas puede apoyarse y fortalecerse.

Asimismo, es fundamental comprender que esta relación entre inversores y emprendedores va más allá del dinero, la innovación viene con un relacionamiento con el emprendedor.

“Los emprendimientos no solo necesitan dinero, necesitan acompañamiento y dinero inteligente”, sostuvo Angulo.

Superar las limitaciones

Al momento de emprender se pueden presentar una serie de situaciones que dificulten el camino que debe transitar aquel que apostó por el emprendimiento, mas todo esto podría no ser otra cosa que pruebas que deben ser afrontadas de manera diligente. “Hay muchas limitaciones para los emprendedores, pero es parte del juego el superar las competencias”, manifestó Luís Fernando Ortíz.

Sí, se pueden superar las limitaciones, siempre y cuando se tenga en claro cuáles son. A decir de Ortíz, en el contexto nacional existen dos brechas que deben ser subsanadas si se quiere que el ecosistema del emprendimiento se desarrolle de forma más que óptima. “El mercado boliviano es pequeño y volátil, pero además es muy diverso cultural y geográficamente, lo que representa una serie de restricciones que el inversionista de capital de riesgo ve con recelo. Asimismo, existe una limitante en lo que refiere a talento en desarrollo de tecnologías y esto porque hay pocos graduados y porque no tiene el nivel adecuado de manejo de herramientas tecnológicas”. Ante esta realidad es importante saber reconocer el talento y los mercados donde se desarrollan, puesto que el pedir y que se den cambios en sistema educativo universitario, es algo difícil. El dinamismo de las startups.

Las startups son importantes por el impacto que pueden generar. “Por ser dinámicas y responder de manera rápida son únicas, esas cualidades aún son difíciles de asumir por parte de la empresa privada”, puntualizó Alisson Silva.

Efectivamente, las startups pueden determinantes para las empresas, puesto que no solo ven el fracaso como un aprendizaje, sino que continúan por ese camino hasta encontrar un modelo de negocio que sea el ideal.

“Los consumidores están cambiando y ante esa velocidad de transformación se necesitan modelos de negocios novedosos y ahí ingresan las startups”, continuó Silva. De forma paralela al esfuerzo del sector privado debe darse una apertura de mente desde el Estado, que promueva los ecosistemas a partir de políticas públicas y de esta forma impulsar el talento boliviano.

“Tenemos talento y es importante apoyarlo para que las startups puedan crecer”.

La innovación y las startups tienen un futuro al igual que los ecosistemas, solo hace falta generar las actividades con más estrategia.

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