Economía Global: Crecimiento moderado pero no recesivo
La economía mundial tendrá un comportamiento moderado pero no llegará a la recesión. El crecimiento global se desacelerará ligeramente a 2,2% (2,3% en 2023), según la Unidad de Inteligencia de The Economist. El menor crecimiento de Estados Unidos se verá compensado por un mayor impulso en Europa y el moderado estímulo de China.
Los shocks geopolíticos pesan sobre las perspectivas. La guerra entre Israel y Hamas añade complejidad a un entorno geopolítico global caracterizado por una competencia cada vez más intensa y un poder más difuso. La ampliación de la guerra entre Israel y Hamas haría subir los precios de los hidrocarburos. Persisten otras tensiones (Rusia/ Ucrania y USA/China).
Los efectos más fuertes de lo esperado de las condiciones climáticas de El Niño en la producción agrícola incidirían en un alza de los precios mundiales de los alimentos.
El ajuste monetario terminó. La Fed y el BCE han concluido sus aumentos de tipos de interés, aunque no se prevén reducciones de tipos hasta mediados de 2024. Empero, las tasas de interés no volverán a los bajos niveles de la década de 2010.
Los mercados emergentes y las industrias verdes liderarán las oportunidades de crecimiento. Incluso si la economía de China se desacelera, las economías en desarrollo contribuirán con el 60% del crecimiento del PIB global en los próximos cinco años, Hay oportunidades vinculadas a la reestructuración de la cadena de suministro y la demanda de recursos que son críticos para
las industrias futuras y la transición verde. La inteligencia artificial creará oportunidades de reducción de costos.
La fragmentación y la regionalización definirán la política y la formulación de políticas. El apoyo político a las políticas moderadas y liberales seguirá siendo débil. Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 mostrarán la división política y cultural en ese país, mientras que la política avanza hacia la derecha en Europa en respuesta a las presiones económicas y migratorias.
La sostenibilidad de la deuda vuelve a ser el centro de atención. La relación deuda/PIB tendrá una tendencia ascendente en muchos países. Con un crecimiento económico mundial débil debido a condiciones financieras más estrictas, resurgirán las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda pública.
El costo del endeudamiento seguirá siendo alto, lo que dificultará que los gobiernos emitan y paguen sus deudas. En el mundo en desarrollo, son posibles nuevos impagos soberanos. El servicio de la deuda absorberá porciones críticas de los presupuestos gubernamentales, lo que limitará el espacio fiscal para una inversión más productiva.
Nota editorial: Por Grupo Nueva Economía · Última actualización 07/02/2024