Nuevamente en Mapiri se reportaron enfrentamientos entre comunarios y cooperativistas, y según expertos el oro se explota en regiones sin control y donde el gobierno es permisivo con sus aliados políticos.

La explotación intensiva de oro con impactos en el medio ambiente puede generar más enfrentamientos con comunidades, como ocurrió la semana pasada en Mapiri, si es que el Estado no regula la actividad y somete a control a las zonas en conflicto, advierten analistas.

La disputa por territorios mineros entre la comunidad Lecos de Charopampa y la Cooperativa Minera 15 de Mayo dejó un saldo de 15 heridos, 14 efectivos policiales y un comunario.

Lucio Gonzales, economista y experto en minería informó que los altos precios del metal provocan conflictos entre cooperativistas que trabajan con cierta protección “política” y comunarios en las regiones auríferas que buscan participar de la explotación.

“Asimismo las comunidades están en diferentes zonas y tienen sus chacras para sembradíos, pero no hay regulación para delimitar donde se pueden dar asentamientos de vivienda y generar agricultura y hasta donde explotar oro. Es como una tierra de nadie ya que frente a una normativa muy permisiva, tampoco existen las autoridades demandadas en hacer cumplir las regulaciones”, reclamó.

Alfredo Zaconeta, experto en minería, sostuvo que uno de los problemas de la explotación del oro es el daño al medio ambiente, ya que las cooperativas cuentan con menor estudio geológico para la explotación, apelando al uso del mercurio para la explotación.

Ese elemento envenena los ríos, que para muchas comunidades aledañas en las zonas de explotación minera sirven para la agricultura y para uso de consumo humano.

Añadió que en los últimos años por los buenos precios del oro que trepó encima de 1.800 dólares la onza troy, el número de cooperativas se disparó. Sector que tiene el aval del Gobierno por ser aliados políticos.

Este sector vende su producción a empresas que transforman el metal en oro metálico que se exporta a Emiratos Árabes, pero las regalías son mínimas.

La alícuota por la explotación que debería ser de 7%, es de apenas 2,5%. Además Zaconeta indicó que en muchos ríos se observa a gente colombiana, brasilera o china con maquinaria y dragas para explotar a mayor escala el oro.

Sobre el conflicto entre comunarios y cooperativistas, Nadia Cruz, la defensora del Pueblo, manifestó que la institución hace seguimiento a seis conflictos mineros en La Paz.

“Mapiri no es reciente, pero ninguna explotación de oro debe estar por encima de los derechos de los pueblos, ni derechos de la madre tierra, pero en este caso no se puede negar que hay afectación al medio ambiente”, subrayó.

Frente a los diferentes avasallamientos las cooperativas piden a las autoridades mineras la intervención militar en la zona, toda vez que este conflicto, es una bomba de tiempo que, puede traer más luto y sangre.

EXTRACCIÓN INTENSIVA

Continúa la extracción intensiva de oro que acarrea conflictos y daño al medio ambiente