“Existen distintos motivos, entre ellos, los nuevos hábitos de consumo de los usuarios, por ejemplo las llamadas de voz y el consumo de televisión por cable son cada vez menores, porque la mayoría de las personas opta por alternativas de streaming o por llamadas mediante aplicaciones móviles que solo requieren internet”, explicó Eduardo Trigo, Gerente General de la Cámara de Telecomunicaciones de Bolivia (Catelbo).

Añadió además que, “por un tema de competitividad, desde el inicio de la pandemia los Operadores de Telecomunicaciones ofrecen más servicios por un costo igual o menor al de antes”.

Parte de la naturaleza del sector de telecomunicaciones es estar en constante cambio y la pandemia aceleró algunos procesos relacionados a la digitalización y virtualidad, dijo el entrevistado.

“Hasta el tercer trimestre de 2021 se registraron 11.4 millones de conexiones a Internet en Bolivia, lo que representa un incremento de 4,89%, respecto a fines de la gestión 2020. Pese a ello, el total de ingresos percibidos por los Operadores de Telecomunicaciones en el país continúa en descenso, tendencia que se viene registrando desde 2018”, resaltó.

Una fortaleza del sector es que aún existen operadores que continúan apostando por Bolivia, haciendo grandes inversiones para ofrecer una mejor calidad en sus servicios, pero, principalmente, ampliando su cobertura y diversificando sus servicios.

El ejecutivo de Catelbo manifestó que durante la crisis sanitaria, el sector fue atravesando varios obstáculos, siendo uno de ellos la piratería de contenido digital.

“Es un problema que cada vez tiene mayor fuerza en Latinoamérica y Bolivia no es la excepción. Según el estudio Dimensión e impacto de la Piratería online de contenidos audiovisuales, publicado por el Centro Cet.la, las pérdidas anuales en Latinoamérica oscilan entre los 733 millones de dólares. Además, de los aproximadamente 223.3 millones de usuarios de internet en el mundo, un 50% accede a sitios que distribuyen contenidos pirateados”, lamentó Trigo.

Lo anterior no solo supone un gran riesgo para los operadores formales, sino también para los usuarios finales, porque estos últimos no tienen garantías de la calidad del servicio y corren el riesgo de que los sitios dejen de funcionar repentinamente.

“En línea con lo mencionado, debemos hacer un trabajo coordinado en contra de la piratería de contenidos audiovisuales, porque perjudica al país, afecta económicamente al Estado y a empresas legalmente establecidas, impactando, entre otras cosas, en la generación de fuentes de empleo. Para esto, requerimos acciones judiciales y policiales eficientes, y leyes efectivas que permitan combatir la piratería.

Por otra parte, el sector debe continuar trabajando en la mejora y ampliación de sus servicios; en este sentido, también creemos que el aprovechamiento del Programa Nacional de Telecomunicaciones de Inclusión Social (Prontis), debe ser rediseñado. Éste debe ser utilizado para realizar inversiones en áreas rurales y permitir a todos los operadores acceder a lugares donde históricamente no han llegado, de tal forma que beneficiemos con conectividad a más bolivianos”, subrayó el ejecutivo.

Trigo cita un reciente estudio de la CEPAL que afirma que en Bolivia el 90% de los hogares de zonas rurales no cuenta con internet. Por esto, considera “fundamental continuar trabajando enfocados en cobertura, antes de pensar en implementar nuevas tecnologías en Bolivia”.

EXISTE UNA TENDENCIA DECRECIENTE EN LOS INGRESOS

El sector de telecomunicaciones no percibió en 2021 señales de una recuperación ya que sus ingresos no lograron revertir la tendencia decreciente de años pasados.