“Siempre he soñado en Nueva Economía como el lugar común de una economía total donde todos los actores comparten un mismo espacio y donde el dinamismo de los más chiquitos, de los medianos y de los grandes confluya y genere valor en un ámbito holístico, sistémico, positivo y circular”, reflexionó la presidenta Ejecutiva del Grupo Nueva Economía, Carola Capra.

Nueva Economía, la publicación especializada más longeva de Bolivia cumplió su primer cuarto de siglo y acaba de recordar su vigésimo sexto aniversario imponiéndose nuevos desafíos en el contexto de un mundo globalizado donde la tecnología es protagonista de sustanciales como acelerados cambios.

Capra argumentó que la ciudadanía en el mundo tiene un gran interés por acercarse al empresario porque ha identificado que este actor económico tiene capacidades para materializar proyectos al estar imbuido de una pasión para ser un actor del cambio y del desarrollo.

Los empresarios han comprendido que tener una buena reputación es importante y que proyectar una buena imagen se extiende a tener un rol activo en dar soluciones a los problemas. A esto se suma la emergencia de una generación que gracias a la tecnología y el acceso a conocimiento quiere vincularse al empresariado porque percibe que, en conjunto, pueden concretar importantes avances.

Las empresas que no sean sostenibles, ni amigables con el medio ambiente y que no cumplan un rol social no son bien percibidas. Aquellas que tengan la capacidad de hacer esta lectura van a sobrevivir, mientras que las que se mantengan en el enfoque de que ‘yo genero empleos y rentabilidad para mis inversionistas’, no van a ir muy lejos, añadió.

Capra remarcó que “el empresario es hoy un protagonista y los ejemplos son cada vez mayores, con iniciativas de los jóvenes de las startups que están sorprendiendo por su capacidad de dar soluciones concretas a los problemas y que generan valor económico, social, ambiental”.

Por esto, Nueva Economía ha decidido poner al empresario en el centro de su actividad. Generar un espacio común entre las empresas que ya tienen un recorrido y la nueva generación de empresarios para que se pueda materializar una gran alianza.

Las empresas consolidadas tienen la experiencia para impulsar esta dinámica emprendedora inteligente y de impacto. Las startups aportan innovación, conocimientos y tecnología para el crecimiento de las empresas.

Tienen una propuesta escalable, que va más allá de las fronteras, con posibilidades de crecer y llegar rápidamente a otros mercados. La alianza entre ambos puede convertirse en una vía rápida (“fast track”) del desarrollo y de la innovación en nuestros países.

Es así que Nueva Economía se sitúa nuevamente a la vanguardia de ese desafío a través del programa “Impulsores de una nueva economía. Historias que trascienden”, un ciclo de videos digitales que se emitirá a través de las redes sociales donde los empresarios de Bolivia relatan sus historias personales. “Con esas historias, uno aprende, se acerca a los empresarios, los conoce y se inspira”, señaló la ejecutiva, después de manifestar que el objetivo “es contar con la videoteca más importante de Bolivia contando las historias de las personas que están detrás de las empresas.

“Tenemos un talento oculto, tanto en empresas que ya tienen un recorrido como en empresas nacientes, que queremos que se comparta con la sociedad. Pretendemos que en un año ese entornoempresarial florezca y se propague como una ola expansiva”, subrayó.

Capra detalló que Nueva Economía trabaja además en la construcción de una red empresarial colaborativa de alcance internacional entre los empresarios que han logrado avanzar en el posicionamiento, expansión y crecimiento de sus empresas, de manera de que ese conocimiento y experiencia se comparta y se pueda generar un primer núcleo de empresas capaz de proyectarse al siglo XXI con soluciones que nacen en Bolivia y se expanden al mundo o que nacen en cualquier sitio del mundo y se proyecten al país.

Una muestra de esto en Bolivia es el Círculo Azul, una iniciativa de Nueva Economía que agrupa a jóvenes emprendedores en un espacio donde intercambian conocimientos y experiencias relativas a la era digital y se apoyan mutuamente con su red de contactos para lograr sus objetivos de crecimiento y expansión.

Como resultado se han registrado experiencias relevantes en educación y salud, siendo una de ellas los Clubes de Ciencias que impulsan la educación científica con la presencia de expertos, promueven la creación de redes para el intercambio científico y estimulan a los jóvenes emprendedores mediante hackatones donde los programadores complementan sus habilidades individuales para crear soluciones tecnológicas.

EL EMPRESARIO, PROTAGONISTA DE LA NUEVA ECONOMÍA