Construcción, desempeño todavía modesto
Construcción

Construcción, desempeño todavía modesto

29/02/2024

La construcción aún no recobra la dinámica que la caracterizó en los primeros años de pasada década y registra un crecimiento ligeramente superior al 3%.

Esta actividad cerró la gestión 2022 con una tasa de 3,83% y, según los últimos datos del INE, el sector creció en 3,38% durante el tercer trimestre de 2023, respecto a similar periodo en 2022.


Pesan todavía los resabios de la pandemia, cuando por efecto de la cuarentena (2020), la actividad de la construcción frenó en seco registrando un crecimiento negativo en 19%.


En 2021, la construcción se recuperó tan rápidamente como había descendido y creció en 17,89% con un típico ‘efecto rebote’. Sin embargo, en los años siguientes creció ligeramente por encima del 3%.


Son múltiples los factores que han incidido en la ralentización del crecimiento del sector constructor del país: el descenso en los niveles de inversión pública en infraestructura, pues a pesar de haberse presupuestado crecientes montos en dicha inversión, los niveles de ejecución son cada vez menores.


A esto se añade el irregular aprovisionamiento de diésel, la escasez de divisas, el incremento en los precios de muchos materiales de construcción importados, las deudas acumuladas del sector público con las empresas constructoras por planillas de avance de obras, la conflictividad político social.


Los constructores advierten además la falta de promoción de proyectos que involucren a empresas privadas y ven conveniente una normativa que obligue a las empresas extranjeras a asociarse con constructoras bolivianas.


Tanto la construcción como el negocio inmobiliario generan más de 1,8 millones de empleos directos e indirectos, lo que muestra su importancia económica y social.


La construcción es además un ‘cluster’ tiene efectos multiplicadores sobre otras actividades: proveedores de materiales (fierro, cemento, arena, ripios, ferreteros, vidrieros, pintores, eléctricos, carpinteros) y de servicios (transporte).


Según los analistas, la industria del cemento experimenta una sobreoferta del producto, lo que provoca una fuerte rivalidad entre los actores, poniendo en riesgo la sostenibilidad futura de la industria.


Bolivia, como país en vías de desarrollo, presenta elevados déficits habitacionales y de infraestructura, lo que requiere una industria el cemento sana con adecuados flujos de caja que permitan sostener las operaciones de las industrias cementeras que, por la naturaleza de sus actividades, son intensivas en capital. Algunas de esas compañías aparecen con ciertas debilidades que hacen temer sobre su continuidad, lo que sin dudas, debilitaría al sector.


La sostenibilidad se presenta como uno de los desafíos del sector de la construcción.


Hay palpables esfuerzos para producir cementos ecológicos, amigables con el medioambiente y son cada vez más frecuentes los proyectos habitacionales que proponen un desarrollo ambiental más armónico.

Nota editorial: Por Grupo Nueva Economía · Última actualización 29/02/2024