En los 61 años de existencia de la CRE, su crecimiento ha ido de la mano con el de Santa Cruz, y la figura del cooperativismo permitió acompañar el desarrollo del departamento y fue una respuesta a las dificultades socioeconómicas de ese tiempo.

“Hace 61 años, Santa Cruz estaba tratando de salir adelante. Fueron algunos profesionales de avanzada que decidieron crear una cooperativa como respuesta del problema socioeconómico. Empezó con $10.000 y con mucha fuerza. La virtud de la CRE fue acompañar su desarrollo”, contextualizó Alejandro Durán Rek, presidente del Consejo de Administración.

Además, la CRE ha sido un gran aporte al país, al abastecer de energía como motor de crecimiento, y su trabajo se alinea con las necesidades actuales. Uno de sus pilares fundamentales es la sostenibilidad.

“Existe una política del Consejo de Administración que señala que, de los excedentes de percepción, es decir las utilidades de la Cooperativa, el 50 % son destinados para expandir la red eléctrica y el otro porcentaje es para la sostenibilidad social, que abarca tres grandes pilares: salud, educación y apoyo a la colectividad”, detalló Durán.

Entre esos tres pilares, la CRE gestiona más de 17 programas de responsabilidad social. Según Durán, se destinan aproximadamente $4 millones por año en dichos programas.

En educación, por ejemplo, para el Día del Niño, la Cooperativa entrega cada año 5.000 premios de $100 a la excelencia, para los 5.000 mejores alumnos de nivel primario de sus asociados, sean de colegios particulares o fiscales.

También otorga 100 becas universitarias por año, en convenio con cinco universidades privadas de Santa Cruz, a través de un examen abierto de excelencia. Los que obtienen las mejores notas son becados por cinco años a nivel licenciatura, en total son 500 becados que constantemente se forman gracias a este programa.

“Desde hace dos años, habilitamos un programa de diplomado y expertise en convenio con la UAGRM Business School, la Escuela de Negocios de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Financieras de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. Se trata de 250 becas”, destacó Durán.

Dentro de ese programa, se conformó una fundación que se ha convertido en un brazo operativo para la CRE, con el cual pueden difundir sus programas sociales y ejecutarlos. También se ha creado un centro de formación superior para avalar la titulación.

“En salud, hemos creado un centro médico con distintas especialidades, una unidad de servicio dependiente de la Fundación CRE, en la que tenemos diferentes precios sociales para brindar una atención humanizada. También contamos con brigadas de salud para ayudar a quienes mas lo necesitan, sea en la provincia o en la ciudad, entregando medicamentos”, resaltó.

Sobre el último pilar de sostenibilidad, que es apoyo a la colectividad, la CRE imparte cursos en las provincias y en ciudad capital para mujeres, enseñándoles un oficio como ser corte y confección, bisutería, pastelería o comida.

El objetivo es que cada una de estas mujeres tenga un sustento de vida. El resultado fue positivo, ya que muchas de esas experiencias se han cooperativizado, se han reunido, han emprendido y tienen resultados positivos con esa formación.

CRE: 61 años aportando a la sostenibilidad en programas de salud, educación y apoyo a la colectividad

La Cooperativa Rural de Electrificación R.L. (CRE) es la distribuidora eléctrica más grande del país, distribuye el 48 % de la energía de Bolivia en toda su área de concesión de servicio eléctrico.