Bolivia seduce a la Minería Responsable

Sin embargo, constantes retrasos en temas administrativos así como intentos de avasallamiento amenazan esta inversión tan importante como escasa en el sector minero boliviano que, desde el siglo pasado, no encara proyectos extractivos de gran magnitud. San Cristóbal es el proyecto minero más importante en actual operación.

“New Pacific Metals quiere concretar sus inversiones en Bolivia y demostrar al mundo que es un destino atractivo para la inversión extranjera directa en minería. Confiamos en el potencial minero del país”, sostuvo Hianny Romero, Gerente General de NPM Minerales, tras subrayar que NPM es la primera empresa minera extranjera que regresa a Bolivia para operar bajo la

nueva legislación.

Lamenta que el proyecto registre más de un año de retraso por temas administrativos. “Si los permisos se obtienen este año, la construcción comenzaría en el segundo semestre del 2025”, comenta tras admitir “que no hay proyecto minero fácil”. Otro obstáculo tornar inviable la inversión son los intentos de avasallamiento de los que han sido objeto las áreas de titularidad

de NPM.

Si bien su proyecto insignia es Silver Sands (Potosí), la empresa encara también otros proyectos mineros en Carangas (Oruro) y Silverstrike (La Paz), que registran menor avance.

Hasta el momento se invirtió 65 millones de dólares, principalmente en Silver Sand. El proyecto Silver Sand de localiza a 67 kilómetros de la ciudad de Potosí. Si bien su hallazgo se remonta al siglo XVI, el yacimiento permaneció inexplorado hasta 2009. En 2017 NPM adquirió la titularidad de los derechos mineros de Silver Sand con la compra del cien por ciento de Minera Alcira.

Tras aplicar un proceso de exploración moderna, descubrió el potencial argentífero del área.

Por las características del yacimiento (de baja ley y diseminado) se llegó a la conclusión de que la única opción viable para justificar la inversión era la explotación a cielo abierto. Silver Sand tendrá una vida útil de 20 años.

La minería a cielo abierto es una operación con tecnología innovadora, segura, limpia e inclusiva, dijo Romero. En Bolivia hay pocos casos de explotación a cielo abierto: Mina Paitití (Santa Cruz), Kori Kollo y Kori Chaka (Oruro) y San Cristóbal (Potosí).

La operación responde a un concepto de minería moderna que incluye técnicas de explotación con tecnología de punta, beneficios económicos, generación de empleo, compromiso ambiental, gestión eficiente de los recursos naturales y compromiso social con una política de buena vecindad con las comunidades campesinas del área.

Silver Sand proyecta añadir 279 millones de dólares adicionales por concepto de exportaciones de plata (lo que representa un incremento de 37% respecto a las ventas del mineral en 2022).

Al concluir operaciones, esta mina habrá generado 231 millones de dólares en regalías, de las cuales el 85% se destinaría a Potosí y el 15% al municipio de Tacobamba. Generará 500 empleos directos (dos veces la población actual del municipio) y más de 3.000 empleos indirectos. El 80% de ese empleo será ocupado por personal local que será capacitado.

Se encarará programas educativos para potenciar el capital humano, con énfasis en la mujer, y se trabajará en iniciativas para estimular los emprendimientos de las comunidades.

Se instalará un ingenio de alta tecnología para el procesamiento limpio con mecanismos supresores de polvo y se prepara una adecuada administración de los recursos hídricos.