Acorde con el contexto histórico del país, el Bisa nació como una institución financiera orientada a respaldar el desarrollo de la industria nacional. Por eso es que, inicialmente, se dedicó a prestar servicios financieros en los sectores minero, agropecuario y agroindustrial.

En 1965, el Bisa adquirió el inmueble que está en el Prado paceño, donde ahora está su sede nacional. Posteriormente, en 1974, inauguró una segunda sucursal en la ciudad de Santa Cruz. Años más tarde, en 1985, la junta de accionistas determinó que el empresario boliviano Julio León Prado asuma la presidencia del directorio, siendo tal decisión el inicio de grandes transformaciones.

Bajo el liderazgo de León Prado, el Bisa dio otro salto cualitativo, convirtiéndose en un banco comercial y luego corporativo. Ahora, además de su participación en el sector industrial, ofrece servicios financieros a clientes individuales así como a grandes y medianas empresas.

En la década de los 90, el Bisa se transformó en el primer Banco de Bolivia en ofrecer el servicio de cajeros automáticos (ATM). Posteriormente, llevó la banca integral hasta la red Internet.

El banco Bisa integra el grupo financiero conformado también por La Vitalicia Seguros y Reaseguros de Vida, Bisa Seguros y Reaseguros, Bisa Leasing, Bisa Agencia de Bolsa, Bisa Sociedad Administradora de Fondos de Inversión (SAFI), Bisa Sociedad de Titularización y Almacenes Internacionales Raisa. La pertenencia a este conglomerado le permite generar una ventaja competitiva al brindar atención integral a sus clientes y usuarios.

Como parte de su política de innovación, el Banco Bisa incorporó una plataforma digital de última generación para brindar servicios más seguros y accesibles a todos sus clientes, lo que representa un verdadero “salto tecnológico”.

Entre sus productos y servicios más destacados está el e-BISA+, la banca por internet con servicios integrales a través del celular. El ingreso a su aplicación móvil es través de la huella dactilar del usuario o por reconocimiento facial, además, el sistema es capaz de generar códigos aleatorios con un token virtual, aspectos que proporcionan no solo transacciones más rápidas, sino también seguras.

El Bisa también innovó con la apertura de cuentas On-Line y las boletas de Garantía, también en línea; el Cajero Sin Tarjeta; DepoBISA (servicio de depósitos en efectivo en ATM); Giro Móvil; POS sin tarjeta; y la aplicación BISA NEO, entre otros que se han ido desarrollando en función de las exigencias y demandas de los clientes y usuarios.

El banco no sólo ha impulsado su transformación digital, sino que se ha comprometido con la sostenibilidad medioambiental mediante su Programa de Conciencia Ambiental dentro del cual ha instalado paneles de energía solar en sus principales oficinas. Con el proyecto “Pulmón Banco Bisa” se plantó miles de arbolitos.

Para generar conciencia ambiental en los hogares de sus colaboradores, impulsó el concurso “Guardianes del Planeta” para proyectos de compost orgánico, fabricación de muebles con materiales reciclados, manejo de residuos, entre otros. La transformación del banco Bisa hasta convertirse en una institución financiera múltiple fue otro paso destacado en su evolución. Al momento, atiende a todos los segmentos económicos del país, desde clientes corporativos hasta microempresarios.

Banco Bisa, un conglomerado de atención integral en el mercado boliviano

Este próximo 5 de julio, el Banco Bisa cumplirá 59 años de vida institucional. Desde 1963, la entidad introdujo cambios importantes en el mercado financiero nacional.