Arquetipo de la mujer emprendedora Boliviana
Arquetipo De La Mujer

Arquetipo de la mujer emprendedora Boliviana

20/07/2020

El Instituto de la Mujer & Empresa (IME) trabaja sobre distintos ejes. De acuerdo a Verónica Ágreda, Co-Fundadora y Directora Ejecutiva de la institución éstos son: la formación, el networking, la incubación de los emprendimientos y el mentoring y el coaching que son “a medida”.

“Entonces, para poder ofrecer servicios a medida necesitamos entender perfectamente cuáles son las necesidades. Eso nos permitirá agregar valor que sea pertinente y relevante. No todos pueden entraren el mismo ‘molde’, ya que somos tan diversos y las características de los emprendimientos y de las ideas también son distintas, para distintas industrias, para distintos rubros y con distintos talentos y realidades”, señaló.


Por lo tanto, Annelisse Arrázola, Directora Asociada del IME, aprovechó el momento inicial de la cuarentena, entre el 18 y 25 de abril, para hacer un estudio, a través de una encuesta realizada a 507 mujeres, miembros o participantes de las comunidades de mujeres emprendedoras y empresarias de Bolivia para obtener el Arquetipo de la Mujer Emprendedora Boliviana.


“Este estudio ya lo teníamos pensado hace un año. Para hacerlo, nos unimos a todo el ecosistema, porque en éste hay varios grupos de mujeres e instituciones que promueven el emprendimiento femenino, lo cual nos permitió realizar la encuesta a mujeres de del Instituto de la Mujer & Empresa de UNIFRANZ, Red Mujer del Banco Económico, CAMEBOL, Mujeres 360, Fundación Trabajo Empresa, Sistema B, Genera Woman, entre otras comunidades”, comentó Arrázola.


Ágreda destacó que este estudio les permitió tener un panorama de las mayores necesidades y las más recurrentes de las mujeres emprendedoras, no sólo desde el punto de vista cuantitativo sino también cualitativo. “A veces nos arrojan cifras, pero éstas se quedan en eso y no se realiza una contrapropuesta para cambiar esa realidad. No obstante, al hacer un estudio cuantitativo y cualitativo nacen las propuestas y las soluciones. Esta investigación fue orientada a eso, a ver qué podemos hacer y cómo para llenar vacíos que se han ido dando a lo largo del tiempo. Además, nos orientamos a cubrir las necesidades indispensables y primordiales en el mundo del emprendimiento de las mujeres, porque es una realidad distinta a la de los hombre por el tema de la familia y el equilibrio que se quiere lograr con el trabajo”, agregó.


Principales resultados


Con este estudio, Arrázola muestra y permite comprender la realidad actual de la mujer emprendedora boliviana, sus necesidades, capacidades y expectativas para la reactivación de la economía boliviana post-cuarentena, ya que ellas son generadoras de valor agregado, de fuentes de empleo directo e indirecto, motores de economía del país y de las familias bolivianas.


Entre las características más predominantes de este sector destacan:


- 6 de cada 10 mujeres emprendedoras tienen actualmente su emprendimiento en marcha y tienen una edad promedio de 36 años.


- 4 de cada 10 mujeres emprendedoras están casada y tienen hijos. El estado civil define que el 42,2% está casada y un 39,4 % es soltera. Un 8,9 % es divorciada y un 7,4% separada. El 68,5% es madre, de las cuales el 48,5% tiene entre uno y dos hijos.


• 4 de 10 mujeres son profesionales universitarias. El grado de educación alcanzada es de 44,1% profesional universitaria, un 18,8% cuenta con maestrías y el 16,4% ha realizado diplomados. Esto demuestra un buen grado de educación en la mujer emprendedora boliviana.


• 7 de cada 10 mujeres emprenden solas. El 69,4% está emprendiendo sola. Un 27,5% tiene entre uno y dos socios y sólo un 3,1% tiene más de dos socios.


• 4 de cada 10 mujeres emprendedoras incluyen tecnología en su emprendimiento. Un aspecto muy importante a recalcar es que la mujer emprendedora boliviana (42,9%) incluye tecnología en su emprendimiento y un 31,8% está interesada e investigando cómo hacerlo.


• 4 de 10 emprendedoras trabajan desde su casa. Soóo 24,9% cuenta con oficina propia y un 1,2% utiliza coworks. El 40,3% trabaja desde su casa, en un espacio destinado para ello.


• 5 de cada 10 mujeres emprendedoras se dedican al 100% en su emprendimiento. Un 28,7% tiene un trabajo asalariado y emprende al mismo tiempo. El 49,4% trabaja al 100% en su emprendimiento, lo que nos demuestra que son arriesgadas y decididas.


• 6 de cada 10 emprendimientos de mujeres bolivianas no están legalmente constituidos. El 63,1% realiza su emprendimiento de manera informal. Un 35,2% prefiere la empresa unipersonal.


• Los emprendimientos de la mujer boliviana están mayormente enfocados a los servicios, con un 44,4%; el comercio ocupa un 27,8%; y el resto se enfoca en la industria, el turismo y la artesanía.


• 7 de 10 emprendedoras iniciaron su emprendimiento con sus propios recursos económicos, esto equivale al 69,1%. Un 15,4% lo hizo con préstamos de sus familiares y sólo un 9,9% accedió a un crédito de una entidad financiera. El resto lo hizo con aportes de socios. El 82,1% son representantes legales de su emprendimiento.


• 8 de 10 emprendimientos de mujeres bolivianas generan entre una y dos fuentes de empleo. El 82,3% genera entre una y tres fuentes de empleo. Un 11,8% da trabajo a tres y cinco personas. El resto genera más de cinco empleos.


• 8 de cada 10 de los emprendimientos de mujeres tienen su propio servicio de delivery. El 84,9% prefiere utilizar servicios de delivery propio al interior de su empresa y un 15,11% terciariza el servicio.


• 9 de 10 emprendimientos de mujeres están dirigidos al cliente final (B2C). El 95,8% corresponde a emprendimientos Business to Consumer (B2C) y sólo un 4,2% es de emprendimientos Business to Business (B2B).


• 6 de cada 10 mujeres emprendedoras reciben el apoyo de su entorno familiar para emprender. Este apoyo es importante para un 60,8% y sólo un 5,2% siente que sus familiares no las motivan para avanzar en su desafío.


• Casi la mitad de las mujeres emprendedoras tiene inseguridad sobre el éxito de su negocio (48,5%). Existe inseguiridad acerca de las metas. Entre las principales dificultades que mencionan están:


- La falta de capacitación en finanzas y temas impositivos.

- Pocas habilidades para acceder a capital y hacer crecer sus negocios.

- Poca habilidad para hacer crecer sus redes contactos.

Sin embargo, cuentan con mucha habilidades importantes, como ser Know How del negocio que valoran como la habilidad más destacada, perseverancia, determinación, constancia, creatividad, excelencia, calidad en sus productos/servicios, comunicación y marketing, capacidad de innovación, habilidad en ventas. Asimismo, actitudes como la confianza y empatía con sus proveedores y clientes.


• Los principales factores de motivación para emprender son el ser libre económicamente, con un 30,6%; para un 29% el tener la posibilidad de equilibrar su tiempo para atender a su trabajo y su familia; un 20,4% para hacer realidad su sueño; un 12,7% para ser su propia jefe; y el resto atribuye otros factores, como sacar adelante a sus hijos o cubrir una necesidad.


“En general, la mujer emprendedora boliviana es bien audaz, desafiante, se pone metas, es arriesgada, es perseverante, innovadora, tiene una mirada social y ambiental. Casi todas en sus emprendimientos buscan el triple impacto, tienen mucha responsabilidad con el medio ambiente y con la comunidad. Además, esta mujer es empática y tiene una mirada de todas las necesidades, está realmente produciendo cosas y sus productos y servicios están hechos pensando y haciendo énfasis en el usuario. Estas Mujeres Emprendedoras Bolivianas son un actor clave para la reactivación económica de Bolivia post cuarentena.”, destacó Arrázola.


Para la Directora Asociada del IME, el papel de las mujeres en la economía es bien transformador, porque siempre reinvierte, sobre todo en educación para sus hijos, haciendo que la sociedad mejore.


“Por otro lado, la dependencia financiera genera mucha violencia de género. Entonces, cuando nosotras logramos tener a muchas más mujeres emprendedoras y financieramente independientes, se reduce drásticamente este tema”, explicó Arrázola.


“Si realmente queremos que los emprendimientos sean de triple impacto, socialmente responsables y viables con el medio ambiente, necesitamos a mujeres emprendedoras, porque, de lo contrario, vamos a seguir teniendo emprendimientos que buscan simplemente ser lucrativos. Sin embargo, si queremos transformar una sociedad, generar conciencia, no sólo por el medio ambiente sino también por el comercio justo y por lo que requiere la sociedad en el futuro para subsistir, tiene que haber participación femenina”, finalizó Ágreda.

Nota editorial: Por Grupo Nueva Economía · Última actualización 20/07/2020